Francisco Rossi, director del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, reveló que ciertos medicamentos para enfermedades raras no se importan por su precio elevado, lo que ha generado cuestionamientos sobre el acceso a tratamientos en Colombia, ante su revelación de que se hace intencionalmente.
Rossi declaró que algunos medicamentos no se están trayendo a Colombia intencionalmente debido a su alto costo y a que, en su mayoría, son productos de innovaciones tecnológicas. “Son tan caros que sus precios hacen que sean medicamentos que no están destinados a países en desarrollo”, afirmó Rossi. Estas palabras han provocado una serie de reacciones en torno a la situación del acceso a tratamientos para enfermedades raras en el país.
Al respecto, Rossi destacó que estos medicamentos se desarrollan para atender a “pequeños grupos de población” afectados por enfermedades poco comunes, lo que encarece su valor en el mercado. Según el funcionario, el alto costo de estos tratamientos responde en gran medida a estrategias de marketing que restringen su acceso y hacen que sean percibidos como exclusivas innovaciones. “Eso nos lleva a un comentario que no me iba a guardar a propósito de los tiempos de aprobación de los productos de enfermedades raras”, subrayó el director de Invima.
En relación con los tiempos de aprobación de estos medicamentos, Rossi detalló que en eventos recientes ha recibido constantes preguntas sobre el porqué de los retrasos para autorizar la entrada de estos productos al país. Aunque reconoció que la situación es “compleja”, señaló que “tal vez nos demoramos mucho porque somos los que sí estamos pagando todo”. Además, el director sugirió que los precios de estos medicamentos no se ajustan a las posibilidades de economías en desarrollo.
Rossi también compartió su percepción sobre el papel de Colombia en el pago de reembolsos para medicamentos de enfermedades raras. Al respecto, comentó que el país sería el que más contribuye en este aspecto, calificándolo como “el campeón”. Añadió que Colombia suele hacerse cargo de costos elevados, incluso de aquellos medicamentos no registrados oficialmente. Esta situación, a su juicio, refleja una diferencia en comparación con Estados Unidos, donde, según Rossi, “el Gobierno no paga nada y todo sale de recursos privados”.
El director del Invima amplió su crítica hacia la industria farmacéutica internacional, acusándola de fijar precios injustificables. Según sus palabras, los argumentos que utilizan para defender los altos costos no son válidos, especialmente para países en desarrollo que dependen de estos productos para tratar condiciones graves. “A esos precios no vamos a tener acceso”, comentó, enfatizando la necesidad de replantear los debates globales en torno al precio de estos medicamentos.
Finalmente, Rossi utilizó la reciente pandemia y el costo de las vacunas como un ejemplo de esta problemática, sugiriendo que los precios de ciertas innovaciones farmacéuticas se discuten anualmente en la Asamblea Mundial de la Salud debido a sus altos costos. Agregó que en Colombia estos precios están alcanzando niveles que los recursos públicos no podrían sostener indefinidamente, lo cual podría afectar el acceso de los ciudadanos a tratamientos esenciales para enfermedades raras en un futuro próximo.