Las disidencias de las FARC han anunciado la suspensión de la mesa de negociación con el Gobierno Petro debido a una grave situación de orden público en el corregimiento El Plateado, en el departamento del Cauca. Esta decisión se produce después de que se llevara a cabo el secuestro de 15 militares por parte de la comunidad local, bajo presunta coerción de la columna Carlos Patiño, una de las estructuras ilegales.
La suspensión de los diálogos con el Gobierno es una consecuencia de estos eventos y se suma a las tensiones previas que ya habían surgido desde la instalación de la mesa de negociación el 16 de octubre. La situación en El Plateado y la suspensión de las conversaciones son temas que están generando preocupación y atención en Colombia.
Las disidencias de las FARC explican que siempre han mantenido el compromiso de cumplir con los acuerdos que establecen con el Estado colombiano, en particular con el Gobierno del presidente Gustavo Petro.
Sin embargo, argumentan que los constantes incumplimientos de los acuerdos, la falta de seriedad por parte del Gobierno en el cumplimiento de protocolos y compromisos, y la falta de avance en la mesa de negociación los están alejando de su objetivo principal, que es la paz.
Esta declaración indica que existen tensiones y descontento por la falta de avances en las conversaciones entre las disidencias y el Gobierno colombiano.
Las disidencias de las FARC expresan su desacuerdo con la militarización de los territorios indígenas, negros y raizales como una forma de desarrollo de las comunidades campesinas que han sido olvidadas por el Estado durante mucho tiempo.
Consideran que esta militarización implica un enfoque de sometimiento y no de búsqueda de un acuerdo de paz. Argumentan que el Estado no está demostrando voluntad de paz, sino más bien un enfoque de confrontación con su poder militar, en lugar de promover el desarrollo y bienestar de las comunidades.
Estas declaraciones revelan la preocupación y descontento de las disidencias con la situación en El Plateado y su percepción de la actuación del Estado.
La situación en El Plateado ha escalado después de que la comunidad local expulsara al Ejército de la zona y se produjera el secuestro de aproximadamente 15 militares.
Ante estos eventos, el comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Giraldo, se trasladó a Popayán para asumir el control de la situación. En las próximas horas, se espera un informe oficial sobre lo ocurrido durante este fin de semana en El Plateado, que ha estado bajo la influencia de las disidencias durante varias semanas. La situación es preocupante y genera tensión en la región.
