El presidente Gustavo Petro hizo la jugada más previsible de todas: decidió sacar de la Casa de Nariño a su consejera de Regiones Sandra Ortíz y al secretario de Transparencia Andrés Idárraga.
La confirmación la hizo esta vez desde Palermo, Huila y no por su cuenta de X. Petro dijo: “Esos son funcionarios sobre los cuales no puedo hacer procesos judiciales porque, encima, me dirían dictador, con razón. De todas maneras, deben salir por los indicios que acarrean las investigaciones que la prensa o nosotros o la justicia haga”.
Esto sucedió tras la revelación de chats entre Idárraga, el encargado de lucha contra la corrupción en su gabinete, donde le pedía a Olmedo López favores y trafico de influencia en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. Incluso la defensa del cuestionado exdirector le pidió al presidente Gustavo Petro apartar del Comité de corrupción al secretario de Transparencia, Andrés Idárraga. Argumentando tener pruebas que demostrarían que el secretario estaría inmerso en tráfico de influencias sobre la polémica de los carrotanques para La Guajira.
“Ya sabemos que la marca política, el color de la bandera, no inhibe el que este tipo de cosas se produzcan en cualquier ser humano. Esto de la codicia rápida daña el corazón, se vista de rojo, se vista de azul o se vista de multicolor”, anotó el mandatario. Sin embargo no se pronunció sobre las verdaderas razones que provocan todo: la confesión del exsubdirector de la UNGRD, Sneyder Pinilla, diciendo que entregó alrededor de $4.000 millones de pesos en sobornos para pasar reformas en el Congreso. Los beneficiarios habría sido el presidente del Senado Iván Name y su colega en la Cámara Andrés Calle.
En el caso de Name, Pinilla contó que todo se habría realizado con la "mensajería" de la consejera de Regiones Sandra Ortíz. Una funcionaria clave en todo el engranaje de la Casa de Nariño con alcaldes y gobernadores. Ortíz ha rechazado los señalamientos pero ha reconocido que es amiga de Name, por su parte el senador negó cualquier soborno.
Sneyder Pinilla en entrevista con los periodistas Daniel Coronell y Vicky Dávila explicó cómo le llevó hasta Montería la coima al presidente de la Cámara. Todo el dinero habría sido pagado por contratistas beneficiados con los carrotanques de La Guajira y de otros negocios realizados por la UNGRD.
Olmedo López, por intermedio de su abogado José Luis Moreno, hizo público el veto a Andrés Idárraga y anunció que hablará la semana entrante sobre las revelaciones de Sneyder Pinilla, quien casualmente tiene en su defensa al otro hermano Moreno, Luis Gustavo, el célebre fiscal anticorrupción que se corrompió y pagó cárcel por ello.
Sin embargo el presidente Petro ha comenzado a mover otra narrativa, la del enriquecimiento ilícito de funcionarios, dejando a un lado el tema del pago de sobornos para lograr apoyos en el Congreso.
El caso avanza y se espera que hable Olmedo López, el cuestionado director de la UNGRD, entidad encargada de atender emergencias y desastres que habría terminado convertida en una especia de pagaduría de sobornos. El presidente ahora interviene y bloquea la UNGRD en momentos que uno de sus activistas más cercanos la dirige, Carlos Carrillo.
Lo único cierto es que este nuevo escándalo apenas despega, son miles de millones de pesos en supuestas coimas, decenas de mencionados y un nuevo episodio que genera sospechas y sombras de corrupción sobre el primer gobierno abiertamente de izquierda que llega a la presidencia de Colombia.
