Esta semana marca momentos cruciales para la paz en Colombia, con dos eventos significativos en el horizonte. En La Habana, Cuba, se espera que concluya el sexto ciclo de negociaciones entre el Gobierno y el ELN. La ronda, que ha estado marcada por intensas discusiones, probablemente se cerrará con la prórroga del cese al fuego, extendiendo la tregua que fue prolongada provisionalmente hace algunos días.
Fuentes cercanas al proceso revelan que, a pesar de la voluntad para la prórroga, las negociaciones han sido desafiantes. Antonio García, el máximo comandante del ELN, quien normalmente no participa en las conversaciones, se trasladó a La Habana en las últimas horas, aparentemente para reunirse con miembros de la delegación de la guerrilla.
Las peticiones de ambas partes son claras. El presidente Gustavo Petro ha instado al ELN a cumplir su compromiso de liberar a las personas secuestradas, reportando que al menos 26 personas siguen en poder de la guerrilla. La liberación de rehenes sigue siendo un tema pendiente en las negociaciones, que han priorizado la extensión del alto al fuego en los primeros días.
Por parte del ELN, se busca abordar temas como la financiación para abandonar actividades ilegales. Delegados de la guerrilla también han expresado la necesidad de una "evaluación profunda y sin afanes" sobre la extensión del cese al fuego, argumentando que las operaciones militares en su contra no han cesado y denunciando connivencia de otros grupos con la fuerza pública.
El miércoles 7 de febrero, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas llevará a cabo su tercera visita a Colombia. Esta visita, que incluirá reuniones en Bogotá, Caquetá, Cesar y Cartagena, se centra en el seguimiento al Acuerdo de Paz firmado entre el Gobierno y las antiguas FARC. La determinación del cese al fuego con el ELN será un elemento crucial en la evaluación de la situación por parte de la ONU, ya que la Misión de la ONU en Colombia monitorea este cese el fuego como parte de sus mandatos autorizados por el Consejo de Seguridad.