En nueve meses del presente año, la situación de los defensores de derechos humanos sigue siendo muy de carácter de alto riego. Los más afectados están relacionados con la defensa de las comunidades, de los temas políticos, campesinos, indígenas.
Así se desprende de un informe presentado por la oficina de DD.HH. de la ONU en el que además señala que el número de víctimas aumentó en seis casos en relación con el mismo periodo del año pasado -enero a septiembre del 2022-.
De los 54 casos verificados por la ONU, ocho de ellos corresponden a asesinato de mujeres; dos eran afrodescendientes, una indígena, tres campesinas y siete pertenecían a juntas de acción comunal.
En relación a los hombres, 13 pertenecían a comunidades indígenas, siete afrodescendientes, 14 campesinos. Todos ellos lideraban procesos en defensa de las comunidades.
En lo que tiene que ver con los territorios, el informe de la ONU señala que el departamento más azotado con el asesinato de defensores es Cauca, donde se presentaron 12 homicidios; Nariño, con 8 casos; Norte de Santander con 5.
La ONU dejó en claro su enorme preocupación ante la continua y sistemática violencia contra los defensores de derechos humanos.