Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo Energía Bogotá en entrevista con Hassan Nassar. Foto: Hansel Vásquez de Revista Alternativa.
Juan Ricardo Ortega es el hombre fuerte del Grupo de Energía de Bogotá (GEB) desde el 2020. Economista, catedrático universitario, exdirector de la temida DIAN, exviceministro de Hacienda y exfuncionario del BID, ahora su misión es manejar una empresa que en el 2022 dejó 2,2 billones de utilidad neta y que tiene presencia en cuatro países con operaciones de generación, transmisión, transporte y distribución de energía eléctrica y gas natural. Ahora, su mayor obsesión es la transición energética. De ese y otros temas habló con el director de revista Alternativa, Hassan Nassar.
Hassan Nassar: ¿Cómo está viendo todo lo concerniente a la transición energética?
Juan Ricardo Ortega: El mundo entero está sufriendo retrocesos importantes, el mundo nos cambió muchísimo y la guerra obviamente cambió totalmente la dinámica en Europa. Ha puesto el gas en el centro de la discusión política a nivel global, hace también mucho más costosos los proyectos o las tasas de interés, hoy en día han cambiado de forma dramática. Entonces lo que parecía viable, lo que parecía eficiente, lo que parecía poco costoso, hoy en día está siendo muy retador, y el clima social y el clima político, complica aún más la viabilidad de hacer proyectos en la región y en el país.
Usted menciona el tema tasas de interés, ¿cómo analiza el plano general y para Colombia?
Yo creo que todos vimos un mundo pensando en tasas de interés bajas, los gobiernos gastando muchísimo, la voluntad de hacer proyectos de inversión para superar la crisis del covid-19, al mismo tiempo que poder hacer las inversiones necesarias para la transición y el monstruo de la inflación que por muchas décadas estuvo escondido y probablemente buena parte de sus lectores y oyentes no saben lo que es un proceso inflacionario en Colombia, el último que vivimos fue a finales de los años 80 hasta 1998, que empezó a caer en el año 1992. Hoy en día los jóvenes de veintipico de años no tienen ni idea qué es un proceso inflacionario y por qué es un proceso tan grave.
El monstruo inflacionario es de las cosas que más menoscaba una democracia, que más menoscaba el aparato económico y el susto de lo que llaman un stagflation, que es este estancamiento con inflación, que está golpeando la puerta y los bancos centrales, en mi opinión técnica, diligentemente han dicho no vamos a asumir ese costo y dispararon las tasas de interés y estamos viendo el dolor que eso causa.
¿El Gobierno ha entendido la dinámica de lo que está pasando y está haciendo lo que tiene que hacer?
Todo el mundo entiende, pero todo el mundo tiene mucho susto porque las consecuencias son muy dolorosas y el cómo uno amortigua ese dolor, y lo que eso impacta a los proyectos. Yo no creo que el sistema político lo esté entendiendo y cuando quieren cobrar más impuestos y aumentar el peso de la tributación a proyectos que fueron pensados en un contexto de tasas de interés bajas, hoy en día con tasas de interés altas, los proyectos no se van a hacer y lo peor para el país es que no se hagan los proyectos.
¿Cómo ha sido el proceso de las consultas previas con comunidades donde tienen ustedes intereses?
Creo que es un proceso muy lento, el Estado colombiano no tiene la fortaleza que debería tener para liderar ese proceso, es un proceso que debería partir del Estado, cambian mucho los funcionarios, muchos son contratistas, no siempre lideran las personas más idóneas, entonces cuando el Estado no puede estar con la presencia, con la continuidad, con la responsabilidad y con la seriedad y se enfrenta a eso con un divorcio ante la realidad de las poblaciones y los intereses políticos, donde alcaldías locales nombran como representante a una persona que no es la que tiene ascendencia, pero es la que juega políticamente con el alcalde, generan muchos roces. El país no tiene una realidad política local y una realidad social en las comunidades que estén coordinadas, y eso hace que el nivel de disputas de conflictos de desconfianza haga muy lento el proceso, y un proceso de estos cuando es lento se vuelve muy caro. La plata parada es un costo enorme y yo creo que es esencial fortalecer las instituciones de consulta, que sean profesionales, que de verdad conozcan y tengan credibilidad de qué van a escoger los líderes que de verdad representan a la gente y no los que satisfacen un interés electoral o político local.
“El mundo entero está sufriendo retrocesos importantes, el mundo nos cambió muchísimo y la guerra obviamente cambió totalmente la dinámica en Europa. Ha puesto el gas en el centro de la discusión política a nivel global”. Foto: Hansel Vásquez de Revista Alternativa.
¿Cómo están las inversiones del Grupo de Energía de Bogotá, por ejemplo, en La Guajira?
Paradas,
todo el desarrollo de La Guajira pasa por una línea de conexión del sistema de transmisión, que son dos torres grandes de 500 kilovoltios cada una, que van desde Colectora, que es el sitio en la Alta Guajira por Uribia, baja a Cuestecita y después por el Cesar a La Loma. Vamos a poder construir la parte de La Loma a Cuestecita,
las comunidades más organizadas como los wiwas y todos los de la Sierra, los arhuacos, con todos se llegó a acuerdos muy serios, con los yukpas se logró trabajar muy bien pero, cuando llega la comunidad Wayuú llevamos 220 consultas, pero pues la política del país que es particular pues nos sacan a aumentar 11 más y parece como un proceso sin fin.
Eso dilata cualquier proyecto de inversión
Y los últimos, creen que esto es un negocio y no son tal vez del todo conscientes de que esto le afecta a la viabilidad del sistema eléctrico de toda Colombia, el alto precio en Barranquilla en parte, es producto de que no se tiene acceso a estos renovables no convencionales y más se demora este proyecto que debería estar en el 2022. Con suerte estará listo en el 2026.
El tema de la incertidumbre cuando se habla también de una política general que tiene que ver con hidrocarburos, con gas, cuando de pronto hay declaraciones donde se dice si vamos a continuar con exploración, pero después se dice nos vamos a quedar quietos…
Estamos enfrentando un conjunto de realidades complejas, muchas que vienen de atrás, en el cual a todos nos toca reconocer que se han cometido errores, cuando se mira la liquidación de Electricaribe las pérdidas en la costa se aumentaron de forma dramática, o sea, la cantidad de gente que dejó de pagar la energía por mala gestión desafortunadamente, cuando las cosas pasan a ser gestionadas por el sistema político colombiano se destruye valor. Terminan nombrándose personas no idóneas con resultados no idóneos y eso se ve clarísimo, ahí están los números. La migración venezolana, sigue con toda la generosidad y bondad correcta que han tenido las autoridades colombianas y eso uno lo elogia y hoy todo el mundo lo aplaude, no deja de generar unas realidades en el terreno donde puede haber 400 mil familias en la costa Caribe en situación de pobreza donde no están teniendo acceso a poder pagar, entonces roban los servicios. Y esas realidades, Colombia como un todo, no ha logrado organizarse de quién va a cargar con todos esos llamémoslos ‘pecados del pasado’.
Donde yo creo que no era mala intención, por eso pecados no es una buena palabra, pero son problemas difíciles que se han venido acumulando y este gobierno tiene un compromiso de resolverle a esas poblaciones ese problema, yo creo que ellos ahí tienen claridad y creo que están en lo correcto. Nosotros tenemos colgadas esas tareas de cómo se van a manejar esos problemas con esas poblaciones, ese problema de la politización que viene también de atrás y que uno lo ve clarísimo en las empresas de servicios que siguen en manos del Gobierno, donde se nombraron personas y juntas directivas, donde yo tuve profundas disputas por personas no idóneas gerenciando esas empresas.
¿Y llegaron ahí?
Por razones políticas, porque esas empresas se han entregado y no ahorita sino desde hace muchos gobiernos, eso es un tema de parte de lo que es el reparto y eso se va acumulando, ‘los pecados se acumulan’. Entonces, ahora esas empresas en el sur del país no pueden tener contratos de largo plazo de energía y quedan expuestas a comprar en la bolsa y la bolsa está cara porque están frenados los proyectos, porque hay riesgo de un ‘Niño’ a partir de septiembre, entonces tienen un conjunto de cosas que hace que los precios sean altos y como las empresas están mal manejadas no tienen contratos de largo plazo; las empresas con contratos de largo plazo no están teniendo ese problema. Entonces, hay un problema grave en el sur del país por la forma en que se gestionan políticamente las empresas, tiene un problema en la costa Caribe donde viene todo el problema de los líos de Electricaribe, que vienen desde los 90 y se han ido acumulando, el tema de la migración venezolana. Tenemos el tema de las comunidades con las que pensamos hacer un montón de proyectos pero las comunidades no sienten que se les habló lo suficiente, o están viendo que es la oportunidad de hacer un montón de reclamos, entonces se le mezcló todo y cuando todo se mezcla, el nivel de frustración y de susto de todo el mundo se empieza a subir y eso es lo que genera también parte de la incertidumbre.
Granja eólica en el desierto junto al mar en La Guajira. Foto: Hansel Vásquez de Revista Alternativa.
Hay una nueva relación política y económica con Venezuela y el gas es tema con ellos
Colombia, y lo muestran todos los estudios muy serios que hemos hecho con diferentes empresas y con diferentes asesores, dicen que el gas para Colombia es absolutamente estratégico. Y allí yo difiero de lo que era la retórica de la transición energética que se manejaba. Se hizo muchas veces la transición energética de electrificación que es correcta y es bien, pero el problema más grave de Colombia es transporte y el transporte no se va a poder electrificar, todo lo que es transporte de carga en estas montañas no da para eléctricos, tiene todo el sentido identificar el transporte público, yo creo que ahí se han hecho algunos avances particularmente en Bogotá, pero la discusión de fondo que es mover a gas el transporte no se da con la suficiente fuerza y no se puede dar si uno no tiene un precio del gas bajo y una oferta de gas amplia por muchos años.
Colombia no va a poder electrificar todo el transporte, son 17 millones de vehículos, eso va a tomar mucho tiempo.
Colombia sí podría llevar el gas y el gas tiene el impacto más relevante para el pueblo colombiano, y más que el tema climático es el material particulado en el aire. Si usted mira el trabajo que viene haciendo la Secretaría de Ambiente de Bogotá, la evidencia de material particulado en ciudades como Bogotá y Medellín es un riesgo real de salud pública. Seguimos teniendo 1.600.000 hogares cocinando con leña, es gente muy pobre, pero esas mujeres todas terminan con enfisema, es como fumar durante toda la vida y el daño de los pulmones y el sufrimiento de esas mujeres a partir de los 50, 60 años, de verdad es dramático.
¿El tema de la flota de vehículos eléctricos si está creciendo como dicen?
Difiero totalmente, es pura lora, hay 10 mil vehículos eléctricos en el país, yo fui el que sacó el incentivo del IVA a los vehículos eléctricos en ese momento y creo que me equivoqué crasamente. No entendí.
¿Qué hacer para mejorar ahí?
Ponerle impuestos a los carros que altamente contaminan. Nos equivocamos, pensamos que el tema era de zanahoria y el tema era de garrote, y lo digo porque yo he hecho los números, nosotros le bajamos el IVA con toda la buena intención, Mauricio Cárdenas hizo un montón de esfuerzos en estos temas de cambio climático cuando estuvo en el ministerio, entonces le bajamos todos los impuestos a los vehículos eléctricos.
“Seguimos teniendo 1.600.000 hogares cocinando con leña, es gente muy pobre, pero esas mujeres todas terminan con enfisema”.
¿Pensaron que la gente saldría a comprar?
Es lo que pensamos claro, pero las empresas simplemente mantuvieron el precio alto, porque los que quieren comprar vehículos eléctricos tienen la capacidad de pago, entonces lo que hicimos fue que les aumentamos las utilidades a los que venden, no hicimos nada en el precio. Es que a uno se le olvida a veces que los precios se forman según relaciones de poder y cuando usted quiere un carro eléctrico y tiene la capacidad de pagar, pues le cobran lo que usted está dispuesto a pagar y son casi todos carros de lujo. Lo que uno tiene que hacer es que los carros de lujo, particularmente los 4 x 4, que son claramente una expresión de riqueza, es ponerles un impuesto del carbono porque contaminan, o sea, si uno les cobra y se vuelven caros, la gente se dará cuenta que es más barato comprar eléctrico, ahí hubiéramos logrado la política.
¿Cuál es el futuro del Grupo de Energía de Bogotá?
Colombia tiene en el sector eléctrico lo que yo siempre he creído es la catapulta de multinacionales que halen la economía colombiana y la saquen de ese desarrollo medio mediocre en que nos hemos mantenido muchos años. EPM, ISA, Ecopetrol, el grupo de energía Celsia y la cantidad de empresas que proveen, los contratistas. Colombia tiene muy buenos contratistas en el sector eléctrico, tenemos electricistas colombianos en Chile, en Centroamérica, Colombia si organiza el espacio del sector puede con eso y ya lo está haciendo, ISA es una empresa monstruosa con presencia en toda América Latina, nosotros estamos en buena parte, EPM también, Ecopetrol también en Estados Unidos de manera muy exitosa. yo creo que si Colombia organizara todos los clústers alrededor de este sector, ahí Colombia tiene una ventaja que puede generar enorme riqueza y el grupo es uno de los protagonistas.
Paneles solares en las montañas de Colombia.
¿Hablamos de la discusión global que es la transición energética y otros temas?
La transición energética colombiana no puede ser la transición energética europea. En Europa el 75 % de los gases efecto invernadero vienen del sector energético, en Colombia el tema de fondo, y en eso este gobierno tiene razón, es ambiental y social, es la deforestación, son los pastizales, es la ganadería. El 60 % de las emisiones efecto invernadero de Colombia vienen de las relaciones con el territorio, no de la manufactura, no de la industria, no del gas ni del petróleo. De hecho, el gas y el petróleo en Colombia no contaminan nada. Ese no es el problema ambiental de Colombia. El problema está centrado en problemas sociales, en los territorios donde el Estado tiene muy poca presencia.
Usted menciona la deforestación
Es el mayor reto del país de lejos, si Colombia pudiera hacer algo podría ser trascendental desde el punto de vista de cambio climático, en el punto de vista de generación eólica y solar es absolutamente marginal.
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