El 2023 no fue un año fácil para la Paz Total que impulsa el presidente Petro. Las negociaciones con el ELN han sido complejas, con muchos altibajos. Igual con las disidencias de las FARC que van y vienen a la mesa de negociaciones.
El 2024 le espera grandes retos al proceso. Especialmente cuando el gobierno entrará a cumplir su segundo año de mandato, donde se requiere ir concretando los acuerdos con los diferentes actores del conflicto.
Con el ELN la situación no está fácil. Hay temas muy polémicos sobre la mesa de negociaciones, entre ellos la financiación para que este grupo. No siga secuestrando. Y también están los secuestros. En su poder hay más de 30 ciudadanos de los que poco o nada se sabe en el país.
El ELN ha anunciado para este comienzo de 2024 la suspensión del secuestro con fines extorsivos. Un anuncio que se ha recibido en varios sectores de la sociedad con moderado optimismo, porque la comandancia del ELN tiene a cambiar de postura de un día para otro.
Hecho el anuncio, ya surgió el primer escollo. Antonio García, el comandante del ELN, manifestó que, para poder llevar a cabo la finalización del secuestro por parte de esa guerrilla, el Gobierno debe buscar recursos que permitan financiar a ese grupo guerrillero.
La respuesta de la mesa de negociaciones por parte del Gobierno ha señalado que no hay la posibilidad de entregar dinero al ELN para que pare esa actividad ilegal. Pero dejó una ventana abierta: financiación de algunas actividades de trabajo en el campo que beneficie a la paz.
Otro de los temas que tendrá que abordar el proceso con el ELN son los encuentros del Comité Nacional de Participación que va por el número 53 y en total son 77 que permita recorrer buena parte de los territorios y que deberán finalizar en abril del presente año.
El otro tema clave con el ELN es el de las víctimas. El reconocimiento por parte de este grupo guerrillero de las afectaciones que hizo a la sociedad civil y comenzar el proceso de reparación tanto colectiva como individual. Las víctimas, por su parte, exigen reconocimiento de la verdad y restauración. Este será otro de los temas que todavía están en discusión en la mesa del diálogo.
Con las Farc
Los diálogos con las disidencias de las Farc no han avanzado lo esperado. Con el Estado Mayor Central, está por definirse una agenda de negociación. Uno de los problemas por afrontar es que a ese gripo pertenecen guerrilleros que estuvieron en la negociación de la Habana, Cuba, y hay un impedimento jurídico que aún no se ha solucionado.
Otro de los temas que se tendrá que abordar con las disidencias es el escalonamiento de las acciones, especialmente en el departamento del Cauca, que atraviesa una compleja situación de orden público.
A la mesa de negociación por parte de las Farc llegará un nuevo jefe negociador. Se trata de Leopoldo Durán, considerado el ala más radical de las disidencias, lo que va complicar mucho más la negociación con este grupo guerrillero.
Así como están las cosas, La Paz Total del presidente Petro afrontará un año de retos y sobre todo de saber si realmente el ELN está dispuesto a llegar a un acuerdo que permita su desmovilización.
Con las Farc el tema es aún más complejo. Son varios actores con intereses diferentes, que han venido creciendo en diferentes regiones del país y que cada vez exigen más para buscar una salida negociada.
Por el lado del Gobierno, el nombramiento de Otty Patiño como nuevo Comisionado de paz, le ha dado un segundo aire al proceso de negociación. Patiño es un conocedor del conflicto armado, sabe cómo se trabaja por parte de la guerrilla en las mesas de negociación y es una prenda de garantía para ambas partes de buscar acuerdos que después se materialicen