Se trata de Cristóbal Fernández Viamonte, un hombre de nacionalidad cubano-mexicana, quien estaba en el país desde hace 4 años. Este fugitivo tenía una fachada de empresario nitable, con una mansión de El Poblado y un sistema de transporte en la ciudad con vehículos blindados.
Esta persona era la encargada de dirigir una red de explotación sexual de mujeres ya que captaba a sus víctimas en las ciudades de Cali, Medellín y Bogotá para posteriormente llevarlas en contra de su voluntad a Mérida y Cancún en México. La mayoria de mujeres eran de escasos recursos y barrios vulnerables.
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Su modus operandi era atraer a estas mujeres, retenerlas a la fuerza, despojarlas de sus pasaportes y obligarlas a firmar un contrato de una deuda millonaria la cual era imposible de pagar. Con esto, las manipulaba para cometer este crimen.
Fernández tenía una notificación roja de Interpola y, debido a esto, se realizó un operativo en conjunto entre la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL (DIJIN) y la Policía Federal de México. El hombre fue capturado en el Centro Comercial Milla de Oro cuando salía de el gimnasio del lugar. Deberá responder en su país por los delitos de trata de personas agravado y explotación sexual agravado.