Era una mujer carismática. Trabajadora como pocas. Entrega las 24 horas del día a las investigaciones judiciales. Su carrera la llevó a convertirse en la directora del Cuerpo Técnico de Investigaciones -CTI- en la fiscalía de Mario Iguarán, donde estuvo al frente de delicadas investigaciones contra los grupos al margen de la ley.
Trabajó por más de 20 años en la Fiscalía donde llegó a ocupar importantes cargos en diferentes zonas del país, especialmente en el Tolima, Magdalena y Valle del Cauca, donde operaban las principales estructuras del narcotráfico y se movilizaban las cabecillas de las Farc.
Su paso por el Tolima dejó huella. Judicializó a más de mil guerrilleros de las Farc. En el Valle del Cauca tuvo la investigación del secuestro de los 11 diputados y que permitió establecer que estaban en manos de las Farc. Así como su posterior asesinato.
Su trabajo le permitió a la fiscalía judicializar a Emilce López, alias “la Gata”. Pero su caso que más recuerda el país está relacionado con el paradero del hijo de la política Clara López, secuestrada por las Farc. Emmanuel, que en el momento de nacer en cautiverio fue despojado de las manos de su madre, fue hallado por Méndez, en un hogar del Bienestar Familiar en Bogotá.
Desde su retiro de la Fiscalía, Marilú Méndez se había dedicado a litigar en su oficina en el norte de Bogotá. Hace unos días, de acuerdo con versiones de sus hijos, tuvo un pequeño accidente, que la tenían en reposo en su casa donde ayer 31 de diciembre un infarto fulminante terminó con su existencia. Paz en su tumba.