El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIRC/IARC), organismo perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha emitido nuevas clasificaciones de riesgo que afectan a dos sustancias ampliamente utilizadas: el talco y el acrilonitrilo. Estas conclusiones, resultado de una reunión de expertos en Lyon, Francia, han sido publicadas en la revista científica The Lancet Oncology. El talco, un mineral natural conocido por su blandura, con un índice de dureza de 1 en la escala de Mohs, ha sido reclasificado como "probablemente cancerígeno" para los seres humanos.
La decisión de reclasificar el talco se fundamenta en una combinación de estudios parciales en humanos, principalmente relacionados con el cáncer de ovario, y evidencias concluyentes obtenidas en experimentos con animales de laboratorio. La exposición al talco ocurre principalmente en entornos laborales durante su extracción, molienda o procesamiento, así como en la fabricación de productos que lo contienen. Sin embargo, los expertos señalan que no se puede descartar la posibilidad de sesgos en los estudios que muestran un aumento en la incidencia de cáncer.
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Es importante destacar que la evaluación se centró en el talco que no contiene amianto. No obstante, los investigadores no pueden excluir la posibilidad de que en la mayoría de los estudios en humanos, el talco estuviera contaminado con amianto, lo cual podría influir en los resultados observados. Para la población general, el riesgo de exposición al talco proviene principalmente del uso de cosméticos y polvos corporales que contienen este mineral.
Además del talco, la IARC ha clasificado al acrilonitrilo como "cancerígeno" para los humanos. Este compuesto orgánico volátil, utilizado principalmente en la producción de polímeros, ha sido vinculado con "pruebas suficientes de cáncer de pulmón" y "pruebas limitadas" de cáncer de vejiga en humanos. El acrilonitrilo se emplea en la fabricación de fibras para ropa, alfombras, plásticos para productos de consumo y piezas de automóviles, y también está presente en el humo del cigarrillo.
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El talco tiene diversos usos en diferentes sectores. En la industria cosmética, se utiliza en polvos faciales, lociones, desodorantes y otros productos de cuidado personal. En el ámbito industrial, sirve como lubricante, relleno y agente de desmoldeo en industrias como la del papel, plástico, cerámica y textil. En agricultura, se emplea como acondicionador del suelo y aditivo para alimentos para ganado. Además, tiene aplicaciones en medicina, donde se usa en algunos medicamentos y productos farmacéuticos.
