La polémica y controvertida Reforma de la Salud, que logró ser aprobada en la Cámara de representantes, ahora llega al Senado donde al Gobierno de presidente Petro le espera toda la batería de la oposición.
En al Cámara tuvo 42 debates y agonizó por varias semanas, pero el manejo de la “mermelada” por parte de los ministros de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo y del Interior, Luis Fernando Velasco, permitió seducir a representantes de las bancadas de los partidos de La U, Liberal y los Verdes , cada vez más divididos, pero a la vez con un poder enorme en las diferentes entidades públicas, comenzando por el SENA que enfrenta un escándalo con sus licitaciones bajo el esquema de 'Emergencia Manifiesta'.
La Reforma, que cambia radicalmente la estructura del funcionamiento del sistema de salud, basada en ofrecer una atención primaria y preventiva, llega a la Comisión Séptima del Senado.
Con el nuevo modelo, el Gobierno busca que, a partir de su entrada en vigencia, los ciudadanos estén afiliados a un Centro de Atención Primaria en Salud. Igualmente, será el Estado que maneje toda la gestión de los recursos, habrá médicos que atenderán a los pacientes en casa y desaparecerán las EPS como hoy se conocen. En términos generales este será el nuevo sistema en caso de que nada cambie en los debates en el Senado.
Por ahora, nadie se atreve a dar un vaticinio final, a pesar de la fuerte oposición de los partidos políticos como el Centro Democrático, Cambio Radical, los sectores de la salud en cabeza de varias de las organizaciones médicas. Pero la batería de poder del Gobierno se hará sentir y de nueva la “mermelada” estará presente con el objetivo de seducir a los congresistas de las diferentes bancadas, especialmente la Liberal, que no pasa por su mejor momento en la relación con su jefe natural. , el expresidente César Gaviria.
La voz de los expertos no se ha hecho esperar quienes han reiterado, una y otra vez, que la reforma como está aprobada por la Cámara de Representantes no soluciona los problemas actuales, sino que los agrava por la sencilla razón que fracciona el sistema. Y lo más grave, según sus explicaciones, le da funciones al Estado para las que no tienen capacidad, como es el manejo de los recursos económicos de manera directa.
Para Alejandro Gaviria, exministro de Salud y que hizo parte del gabinete del presidente Petro, la reforma como está concebida afecta de manera directa lo que ha logrado el país en avances de servicios en salud en los últimos 30 años. Para el exministro, la reforma aprobada por la Cámara “es inconveniente. Habrá un enorme retroceso para los pacientes y pondrá el riesgo el logro social en las últimas tres décadas”.
Otro de los temas controversiales que lleva la iniciativa que llega al Senado es el papel protagónico que jugará la Dirección, que tendrá el manejo de los recursos públicos para la salud. Para congresistas como Katherine Miranda, la dirección no tiene ni la capacidad técnica ni la de personal para enfrentarse a semejantes retos.
Pero el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, ha sido oídos sordos a todos estos análisis y preocupaciones que hay, especialmente que el Gobierno sea el pagador del sistema de salud y politizarlo como en la época del Seguro Social, que terminó en uno de los escándalos de corrupción más grandes del país.
Jaramillo no escucha razones ni argumentos y se ha dedicado es a atacar virulentamente a sus contradictores. Ha tenido graves salidas en falso, como decir que los colombianos se convirtieron en conejillos de indias con las vacunas contra el covid-19 que han salvado la vida de millones de personas. O señalar que el número de UCI que se implementó para atender a las millas de pacientes al borde de la muerte por la pandemia fue una exageración. Ha tenido un manto de humo, para evitar un debate a fondo sobre lo aprobado en la Cámara de Representantes y la forma como el gobierno repartió prebendas a diestra y siniestra.
“En el caso de las EPS, lo aprobado en la Cámara con el nuevo sistema de salud, se convertirán en gestoras de salud y vida. Las 28 existentes dejarán de manejar los recursos provenientes del Estado para pagar proveedores. Esa tarea corresponderá ahora a la Dirección”
En medio de toda esta controversia, una de las preguntas que ha surgido sin respuestas claras por parte del Gobierno es qué pasará con los pacientes. Igualmente, qué pasará con las EPS ya dónde se van dirigir las tutelas con los que los ciudadanos buscan ser atendidos.
En el caso de las EPS, lo aprobado en la Cámara con el nuevo sistema de salud, se convertirán en gestoras de salud y vida. Las 28 existentes dejarán de manejar los recursos provenientes del Estado para pagar proveedores. Esa tarea corresponderá ahora a la Dirección.
En el tema de las tutelas, para hacer valer el derecho a la salud y de acuerdo con la Defensoría del Pueblo, tan solo entre enero y septiembre del 2022 se instauraron 109.825 tutelas. Es decir, 12.203 tutelas por mes. En el nuevo modelo estas tutelas irán directamente a la institución prestadora del servicio. Llámese hospital o clínica, que ha vulnerado el servicio.
Estas son algunas de las inquietudes que surgen de una reforma en la que el gobierno ha impuesto su criterio y ha sido oídos sordos a los estudios realizados por los distintos sectores de expertos en el tema, donde han coincidido que es una reforma totalmente contraproducente.
Por ello, uno de los caminos que se explora con la esperanza que se arruine el sistema de salud, es de las demandas ante la Corte Constitucional por vicios de forma en el tramite de la iniciativa. Habrá que esperar, que camino sigue el Senado y qué pasará si la Reforma de la Salud llega a manos de los magistrados de la Corte Constitucional. Amanecerá y veremos.
