La Alcaldía de Bogotá ha terminado oficialmente el contrato con la empresa Copasa, destinado a la demolición y construcción de una nueva torre en el hospital San Juan de Dios. Este contrato, que fue adjudicado durante la administración de Enrique Peñalosa en 2016 por más de $460.000 millones, nunca llegó a ejecutarse, abriendo un nuevo escenario legal para el Distrito.
La Resolución 646 del 16 de agosto de 2024, firmada por Luis Galvez, agente interventor de la Superintendencia de Salud, confirma la decisión de dar por terminado el contrato. La Superintendencia de Salud intervino la Subred Centro Oriente desde mayo de 2024, siendo esta la entidad encargada de la adjudicación inicial del proyecto.
La terminación del contrato no cierra el conflicto legal en el que se encuentra la Alcaldía de Bogotá. El proyecto, que no pudo ejecutarse por diversas razones, incluyó disputas políticas que datan de la administración de Gustavo Petro como alcalde, cuando se adquirió el complejo hospitalario con la intención de restaurarlo. Sin embargo, el cambio de administración y de planes llevó a la adjudicación del contrato a Copasa, que ahora reclama compensaciones.
Copasa ha intentado en varias ocasiones obtener permiso del Ministerio de Cultura para demoler el hospital, sin éxito. Con el regreso de Petro a la Casa de Nariño, se incluyó en su Plan de Desarrollo la intención de adquirir el edificio nuevamente y restaurarlo. Sin embargo, la empresa española ha demandado al Distrito en un tribunal de arbitramento, exigiendo una indemnización de $70.000 millones.
El Distrito, por su parte, ha presentado su propia demanda arbitral contra Copasa, argumentando que el contrato no cumple con los criterios de internacionalidad establecidos por la ley. Este proceso legal, que ahora deberá resolver el conflicto, podría determinar el futuro del hospital San Juan de Dios y su posible restauración bajo la administración nacional.