Sandra Ortíz, la consejera para las Regiones de la Casa de Nariño, acaba de ser mencionada en el escándalo de corrupción al interior de la Unidad Nacional de Gestión y Riesgo de Desastres (UNGRD). Ortíz es señalada de ser "la mensajera" que llevaba y negociaba sobornos en el Congreso.
La denuncia la hace el exsubdirector de la UNGRD, Sneyder Pinilla, quien en entrevista con los periodistas Vicky Dávila y Daniel Coronell aseguró que la consejera fue la persona que hizo el papel de “mensajero” del senador Iván Name para la entrega de 3.000 millones de pesos. El dinero, según su versión, se entregó en dos maletas repletas de efectivo y en billetes de 50.000 pesos y 100.000 pesos.
Coronell ha publicado en WRadio que habló con la funcionaria de la Casa de Nariño y esta negó todos los señalamientos. "Hace unas horas hablé con la consejera presidencial Sandra Ortiz quien niega las afirmaciones de Sneyder Pinilla, a quien según ella conoció en el cargo. Dice que nada de eso es cierto, que conoce y es amiga de Iván Name pero que nunca le ha llevado plata", escribe el autor del Reporte Coronell.
La teoría que cobra fuerza sugiere que el lucrativo negocio de los carrotanques para La Guajira, expuesto en una investigación del diario EL TIEMPO, podría haber servido como fuente de los recursos que se habrían canalizado en el Congreso. Es relevante notar que todas las transacciones para adquirir los 40 carrotanques se llevaron a cabo antes de octubre de 2023.
Dentro de la matriz de colaboración que habría presentado Sneyder Pinilla habría además datos concretos sobre reuniones y la toma de decisiones para sacar fondos de la UNGRD para obtener respaldo para la reforma a la salud y hasta para la aprobación del presupuesto nacional. Todo esto, lo han mencionado fuentes cercanas al proceso como ha publicado El Tiempo.
En realidad, lo que inicialmente parecía ser la simple denuncia de unos carrotanques desatendidos, se transformó en un escándalo de alcance nacional y en un caso judicial de gran relevancia tras la revelación de cómo el contrato había sido otorgado a Impoamericana Roger SAS. Esta empresa, especializada en la provisión de materiales de ferretería, se vio implicada además en la comercialización de carne proveniente de animales muertos para consumo humano.
Sneyder Pinilla acaba de prender el ventilador y serían muchos más los presuntos implicados en este mega escándalo de corrupción.