“Se desmorona la paz total”

Alternativa: Las disidencias de “Iván Mordisco” reconocieron el asesinato de cuatro menores de edad, que habían sido previamente reclutados por este grupo disidente de las Farc. ¿Es suficiente esto para regresar a la mesa de negociaciones?

Juan Guillermo Zuluaga: No, de ninguna manera. Creo que igual de grave la aceptación al hecho, es el máximo nivel de cinismo y de desfachatez. Porque entre otras cosas dicen que ya estaban en edad de ser reclutados. Y otra cosa que dijeron, es que se lo merecían, que los asesinaron con justa causa.

¿Es decir, que la justificación que dan es tan grave como el mismo hecho?

Totalmente de acuerdo. Esto muestra el nivel de crueldad. No tienen ningún tipo de aprecio por la vida de nadie.

Durante el gobierno del presidente Santos, usted trabajó en el tema del Proceso de Paz con las Farc. ¿Qué diferencias ve entre lo que se hizo en ese entonces a lo que hoy pretende el gobierno del presidente Petro?

En el gobierno del presidente Santos se manejó una frase que los colombianos recuerdan: “Nada está acordado hasta que todo esté acordado”. En este proceso es totalmente diferente. Hay una mano demasiado generosa del Gobierno y unos grupos que se le burlan en la cara, no sólo al Gobierno, sino también en la de los colombianos.

¿Ha sido muy ingenuo el manejo del comisionado de Paz en este proceso, ha faltado experiencia?

Eso es lo que más sorprende. No creo que exista un país en el mundo con mayor experiencia en procesos de paz que el Estado colombiano. Son diez procesos de paz a lo largo de la historia. Eso debería significar que tuviéramos la suficiente madurez para saber con quién nos sentamos y en qué condiciones. Aquí se pecó. No sé si por ingenuidad o por generosidad. Se empezaron con cinco grupos y ya sólo quedan dos. Y dos de los minoritarios. Los demás se salieron.

¿Se desmorona la paz total?

Sí, duele decirlo y es lamentable. Porque uno de los mayores propósitos de los colombianos es que tengamos la paz. Pero no queremos una paz a pesar de todo y contra todo. Ni una paz que atente contra la seguridad de las regiones. Y sí ve uno que se está desmoronando. Ojalá puedan rectificar el camino, se debe buscar la paz, pero con firmeza.

Usted fue el primer gobernador en hablar claro sobre lo que estaba pasando con el tema de seguridad. Ahora, lo han hecho otros gobernadores. ¿Eso significa que hay una enorme preocupación a nivel de seguridad en el territorio?

Esa preocupación hoy es de los 32 gobernadores. Esto no se puede ocultar. No solamente los gobernadores están hablando, los mismos colombianos saben que el mayor problema que tenemos es la inseguridad ocasionada por las disidencias, el ELN, el Clan del Golfo, entre otros.

Ustedes en una reunión de gobernadores hablaron de libertad y orden y eso no gustó en el Gobierno. ¿Qué es lo que se necesita en este momento?

Es curioso que una palabra con tanta profundidad, que no la inventamos nosotros, que está escrita hace 200 años y es una palabra que debería unirnos, a algunas personas les molestó. El camino de nuestro país hoy debería estar representado en libertad y orden. En la defensa de esos dos principios debemos comprometernos todos.

Como gobernador, ¿cómo está viendo el papel de las Fuerzas Militares?

Colombia tiene una Fuerza Pública ejemplar, que respeta la democracia. Han sido completamente disciplinadas, al margen de los errores individuales que se puedan presentar. Es una Fuerza Pública que se ha formado en la guerra, lo que le da toda la formación. Tenemos que revestirla de todas las condiciones y que sientan que están respaldados. Veo una fuerza pública en capacidad de enfrentar este momento tan difícil y sensible que estamos viviendo.

¿Ese compromiso que usted ve en la Fuerza Pública, también lo observa en el ministro de la Defensa?

Uno sí quisiera ver un ministro de la Defensa con mayor decisión, con mayor liderazgo, con mayor motivación a las tropas. Necesitamos un liderazgo mucho más marcado, que levante la moral de la tropa.

¿Le hacen falta pantalones al ministro para manejar la seguridad en el país?

Hace falta mayor decisión y liderazgo para infundirle al país que tenemos un ministerio con un mando decidido frente a toda la Fuerza Pública.

¿Le preocupa la situación de inseguridad de cara a las elecciones de finales de octubre?

Mucha preocupación. Tuve la oportunidad de decírselo en Armenia en la Cumbre de Gobernadores tanto al registrador como a la procuradora. Hablamos que aquí las disidencias están presionando a las juntas de acción comunal a participar en reuniones, en carnetizar, hacer empadronamientos, lo que va a desembocar en generar presión en las elecciones. Ya le están poniendo reglas a algunos candidatos. Eso significa, que quieren tener incidencia en los procesos electorales que se avecinan, y eso pone en enorme riesgo las elecciones del mes de octubre.

¿Es decir, que estamos volviendo a la época de antes donde la guerrilla intimidaba candidatos?

Claro que sí. No solamente con el tema electoral, estamos volviendo a esas épocas con los temas de secuestros, extorsión, reclutamiento de menores, de enterrar minas antipersona. Es como cerrar los ojos y sentir que estamos en el pasado.

¿Cuáles son los temas que más le preocupan a nivel de orden público en el departamento?

El principal de todos es la extorsión, que se quintuplicó. En los municipios del sur del Meta tienen a todo el mundo extorsionado. A los contratistas públicos, los ganaderos, a las señoras de las arepas, a los comerciantes, agricultores, a las empresas turísticas. Todos tienen que estar pagando una “vacuna”. Pero también, cómo no preocuparme por el reclutamiento de menores, el adoctrinamiento con las juntas de acción comunal y otras acciones delictivas.

¿Usted ha hablado con el presidente Petro de todos estos temas?

Sí, he tenido la oportunidad en dos ocasiones de contarle al presidente lo que está pasando. Hace unos seis meses podrían decir que el gobernador del Meta era el único que estaba hablando de este tema y hoy todos los hechos lastimosamente nos están dando la razón. Ya no soy el único que habla.

¿El presidente le aceptó esas informaciones sobre la situación de inseguridad?

Yo cumplo con el sagrado deber de contarle. Las decisiones que él tome como presidente de la República, son de su responsabilidad. Las veces que se lo he dicho, no he tenido respuesta inmediata del presidente. La primera vez que se lo dije, al otro día su jefe de gabinete me llamó para que organizáramos un consejo de seguridad al que el presidente iba a asistir. Lastimosamente a última hora no pudo, se excusó y llegó el ministro de Defensa.

¿Cuántos alcaldes del Meta están amenazados?

La mejor tarea que han hecho las disidencias de las Farc es generar terror, zozobra, intimidación y nadie los quiere denunciar. En el sur del Meta todos están amenazados. Y no tenemos denuncias por extorsión por la intimidación de estos grupos. Entonces, tenemos a muchos alcaldes con amenazas, intimidados, extorsionados y con grandes temores de presentar denuncias.

¿Usted está amenazado?

Muy amenazado. Me han cogido el carro a tiros de fusil. Me estallaron un artefacto explosivo en uno de mis recorridos. Desarticularon lanzadores de morteros de granada que iban a lanzar a mi casa. Son tres años y medio conviviendo con las amenazas y la intimidación. Los que nos metemos en estas tareas de asumir responsabilidades públicas tenemos que tener los pantalones bien amarrados. Al que le de miedo se tiene que ir para la casa.

¿Esos mismos pantalones bien amarrados son los que le hacen falta al ministro de Defensa?

Les hace falta a muchos para poder enfrentar a las disidencias. Amarrarse los pantalones y combatirlos. Se acabó la etapa de la generosidad, de la diplomacia. Debe venir la etapa de la ofensiva.