La decisión de remover a María Camila Villamizar de Empresas Públicas de Medellín era irrevocable para la nueva administración que asumió funciones el 1 de enero en la entidad y en la Alcaldía de Medellín. Inicialmente, se solicitó su renuncia como Directora de Relacionamiento con el Gobierno Nacional, la cual ella no aceptó.
Posteriormente, intentaron comunicarse con ella telefónicamente sin éxito. Ante esta situación, la empresa la incluyó en un grupo de 13 funcionarios a los que se les declaró insubsistentes.
Según fuentes de información, la notificación a María Camila Villamizar se realizó mediante un correo certificado en la mañana del martes 9 de enero. Se considera que el acto fue confirmado, ya que se tiene constancia de que Villamizar recibió y abrió la comunicación.
María Camila Villamizar formó parte del gabinete de la administración de Daniel Quintero en Medellín, desempeñándose como secretaria privada y secretaria de Gobierno. Durante la suspensión provisional de Quintero por parte de la Procuraduría, debido a una investigación por participación en política, Villamizar se convirtió en un pilar de resistencia al alcalde encargado por el presidente Iván Duque.
Cuando asumió el nuevo gerente de EPM, John Salazar, quedó claro que uno de los puestos en riesgo era el de María Camila Villamizar. A pesar de esto, no se le había solicitado su renuncia debido a que se encontraba de vacaciones, las cuales finalizaron el martes 9 de enero.
Además de María Camila Villamizar, la decisión de separar a empleados por insubsistencia afecta al hasta hoy vicepresidente de Transmisión y Distribución de Energía, Andrés Moreno Múnera; Carmen Rosa Angel, quien llegó a desempeñar el rol de gerente (e) Ambiental y Social; el director de Relaciones Externas, Fabio Andrés Guerra, y el gerente del Programa Trébol, Javier Darío Fernández.