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El actual anteproyecto del Presupuesto General de la Nación (PGN) para el 2024, encendió las alarmas de la comunidad científica y con justa razón. El documento expone que, para el próximo año, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, recibiría solo 257.202 millones de pesos, cifra que contrasta con los 400 mil millones que el PGN le asignó este año al sector y con los 516 mil que recibió al final por la adición presupuestal.
Resulta contradictorio que el nuevo gobierno presente este borrador, cuando el presidente Gustavo Petro, siendo candidato, criticó la baja financiación al sector de CTeI en Colombia.
Este escenario resulta preocupante, sobre todo para los coordinadores de los focos temáticos de la Misión Internacional de Sabios 2019 para la ciencia, tecnología e innovación, quienes hicieron un llamado de atención al mandatario a través de una carta en la que exponen que, “aunque entienden que se trata de una idea apenas indicativa”, sienten que “refleja la baja prioridad que tiene la ciencia en los planes del Gobierno y representa la renuncia a los propósitos de convertir a la sociedad colombiana en un foco de generación de conocimiento y cultura”.
Los académicos dejaron la puerta abierta para conversar e intercambiar argumentos y justificaciones para el común acuerdo sobre dicho presupuesto. Hay que escucharlos y reconsiderar su postura, pues si se llega a aprobar el monto planteado, significaría una reducción del 50 % del presupuesto y limitaría los avances de esta cartera, que en tiempo récord ha obtenido grandes resultados para el país.
Por ejemplo, en 2021 se alcanzó, por primera vez en Colombia, el 1,01 % del Producto Interno Bruto (PIB), según cifras del Observatorio de Ciencia y Tecnología (OCyT), con una inversión de casi 11,5 billones de pesos en actividades.
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Además, durante nuestro año al frente del MinCiencias, entregamos 4.131 becas para doctorados, siendo la cifra más alta de la historia del país, y se hicieron 2.155 solicitudes de patentes, cumpliendo así con lo encomendado por el entonces presidente Iván Duque, de impulsar el fortalecimiento del conocimiento científico en el territorio nacional.
Por eso no podemos bajar la guardia. No es sólo contar con el dinero, sino tener la capacidad de ejecutar los programas y proyectos con importantes resultados, y ya demostramos que sí es posible.
Económicamente hablando, el sector de la ciencia, tecnología e innovación necesita nutrirse del PGN, pero también de los beneficios tributarios, los presupuestos de los institutos públicos de investigación y las regalías.
En el ciclo de la ciencia: ciencia, desarrollo tecnológico e innovación, además de la inversión pública, que es vital, también necesitamos del sector privado, como las universidades y las empresas.
En materia de ciencia, que es donde se genera el conocimiento, debe existir una mayor financiación del sector público. En desarrollo tecnológico, se requiere inversión de ambos sectores; y en innovación, es el sector privado el que más debe apoyar.
Es importante continuar con lo que se ha puesto en marcha y no retroceder. El presupuesto para la ciencia, tecnología e innovación no debe denigrarse. Los trabajos de campo, estudios y proyectos que desarrollan los académicos, así como el apoyo que reciben estudiantes y profesionales para doctorados, especializaciones e investigaciones, son claves para avanzar como país.
Lo que nos permitió hacerle frente a la pandemia, de una mejor manera, fue la ciencia, la tecnología y la innovación, a través de la producción de las vacunas en Colombia. En este proceso, MinCiencias conformó una comisión técnica de investigación para enfrentar los nuevos desafíos en materia de salud. Si se baja el presupuesto, ¿cómo podremos responder a las necesidades productivas del país en materia de biológicos?
No podemos retroceder en el camino avanzado hacia la meta de convertirnos en una nación que le apuesta a un desarrollo humano, sostenible y con equidad, mediante propuestas que mejoren la calidad de vida de los colombianos.
