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La transformación energética de Colombia es imparable

La gran apuesta del Gobierno es lograr la universalización del […]

La gran apuesta del Gobierno es lograr la universalización del acceso en 2025 y abanderar el objetivo regional de llegar a 2050 con un 70 % de participación de fuentes renovables. Hacia 2022, la provisión de alternativas no convencionales (solar y eólica) debe crecer 14 %.

Por Ana Luz Castillo Barrios

Periodista de Revista Alternativa

Arauca completó dos semanas sin fluido eléctrico como consecuencia de la caída de unas torres de la red que abastece al departamento. A Nevis Troncoso*, su esposo, Luis Carlos López, y su hija, Shaira, habitantes de la vereda Crucito, en Tierralta (Córdoba), los paneles solares les cambiaron la vida. “Tenemos luz toda la noche, ya no tenemos que pagar 1.000 pesos por cada carga de los celulares en la tienda de la esquina y Shaira ya no tiene que hacer las tareas a la luz de las velas”, expresan con emoción.

A cientos de kilómetros de ellos, en el municipio de Urumita, en La Guajira, don Elías Ramos decidió dedicarse a su finca, la cual tuvo abandonada por muchos años por no contar con el servicio de energía. En febrero de 2020 recibió el panel solar para su predio, lo que él califica como una bendición, pues pudo montar un próspero negocio de cultivo y comercialización de tilapias que en la actualidad se constituye en su fuente de vida.

En San Vicente del Caguán (Caquetá), Chía y Fusagasugá (Cundinamarca), Aguazul (Casanare), Yumbo, Jamundí y Palmira, (Valle del Cauca), El Espinal (Tolima) y Dosquebradas (Risaralda), entre otros municipios, las luminarias LED con paneles solares del alumbrado público y de conjuntos residenciales saltan a la vista e irradian una sensación de bienestar y de esperanza en el futuro.

Dichas situaciones son una realidad en Colombia y tienen un denominador común: la llegada impostergable de la transformación energética del país. Esto no tiene otro significado que dar el salto histórico hacia la era de la sostenibilidad planetaria teniendo como eje central la generación, distribución y consumo de energía proveniente de fuentes ciento por ciento renovables.

En ese escenario, las fuentes energéticas no convencionales (solar y eólica, principalmente) son las llamadas a abanderar la gran apuesta por el progreso económico, social y ambiental desde este campo, partiendo del papel primordial que cumplen en la mitigación de los efectos provocados por el cambio climático.

Contando con antecedentes como un marco regulatorio consolidado y un PDN enfocado en este propósito, desde 2019 el Gobierno nacional puso en marcha la llamada Misión de Transformación Energética, política que permitió trazar una hoja de ruta para lograr en la próxima década tres objetivos que podrían cambiar radicalmente el futuro del país: migrar hacia un sistema energético más competitivo, eficiente y resiliente, contando con la masificación de energías renovables no convencionales (solar y eólica, principalmente) y la adopción de nuevas tecnologías como herramientas esenciales; eliminar las brechas del acceso con la introducción de nuevos modelos de negocio para acelerar la universalización del servicio y, finalmente, abanderar la lucha contra el cambio climático mediante sistemas, equipos y vehículos de bajas emisiones de gases efecto invernadero (GEI), así como alternativas para hacer más eficiente el uso de la energía a nivel residencial, industrial y comercial.

Cabe destacar que un 3 % de los 14,3 millones de hogares contabilizados en el territorio nacional aún carecen de un servicio de energía conectado al sistema nacional.

Con la materialización de los objetivos descritos, Colombia le apuesta a convertirse en el líder de la región en sostenibilidad energética y a responder a los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) que se comprometieron a cumplir 196 países con la firma del Acuerdo de París (2015).

“Hoy por hoy resulta más barato generar nuestra propia energía que comprársela a la red eléctrica”.

Juan Sebastián Pfeiffer

CEO de SEOS Energy

“No hay marcha atrás. No tenemos más opción que migrar por completo hacia las energías limpias y a eso le apuntamos las 146 empresas afiliadas a la Asociación”, dice Miguel Hernández, presidente de la Asociación Colombiana de Energía Solar (Acosol) y uno de los activistas más destacados en el tema de la equidad del mercado.

Todo alineado para ver la luz

El caldo de cultivo de la llamada transición energética se cocinó con la Ley 1715 de 2014, que otorgó facultades a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) para establecer las reglas de juego, de cara al nuevo panorama energético del país, y definir el marco para implementar incentivos fiscales que permitieran atraer la inversión hacia fuentes no convencionales.

Sin embargo, el despegue de esta política durmió en los laureles hasta 2018 cuando se expidió la Resolución 030 (recientemente actualizada) que introdujo una nueva base jurídica, reglamentó los incentivos fiscales y despejó el camino para la participación de actores pequeños y medianos en la generación, distribución y comercialización de energías limpias de manera eficiente y a costos sustancialmente más económicos.

Con la resolución se consolidaron las figuras de la autogeneración a pequeña escala (AGPE) y la generación distribuida (GD); dos frentes de acción que les permiten a las pymes del clúster expandir sus mercados y entrar a jugar un papel protagónico en la masificación de las opciones no convencionales. Así mismo, se abrió la puerta para que cualquier colombiano con acceso a un panel solar, debidamente instalado y sujeto a la regulación, pueda no solo generar la energía para su consumo, sino también vender sus excedentes a la red eléctrica nacional.

Según el Ministerio de Minas y Energía (Minenergía), en la actualidad existen cerca de 2.000 proyectos de autogeneración a pequeña escala, de los cuales más de 1.500, que concentran una capacidad de 45,7 megavatios, se encuentran en operación y los restantes se encuentran en estado aprobado. El 99 % de ellos emplea tecnología solar.

Como requisito mínimo se estableció que no menos del 10 % de la oferta empresarial debe provenir de soluciones de energía no convencionales (Ley 1955 de 2019). En cuanto al panorama fiscal, los incentivos vigentes resultan muy favorecedores para los involucrados en el negocio, pues, además de eximir del IVA a los insumos, se aprobó la deducción del 50 % del impuesto de renta durante 15 años por inversiones en fuentes alternativas. En sintonía con ello, los tiempos para acceder a dichos incentivos se redujeron a 45 días.

Universalización energética en 2025

En cuestión de tres años Colombia ha dado grandes pasos en el camino hacia la transformación energética. Hasta agosto de 2018 las fuentes hidráulicas generaban, en un año, entre el 65 % y el 70 % de la energía que consume el país, esto con las implicaciones que acarrean los periodos de sequía. Mientras tanto, la solar y la eólica no alcanzaban el 1% de la matriz, y solo se contaba con un parque eólico en La Guajira y una granja solar en el Valle del Cauca, que sumaban 30 MW de capacidad instalada (de un potencial de 17.000).

Según Minenergía, en lo que va del actual gobierno se ha llevado energía eléctrica a 53.385 familias colombianas, con lo cual se ha superado en más del 50 % la meta propuesta: expandir el servicio a 110.000 hogares al finalizar 2022. De este total, cerca de 17.000 familias disfrutan de él gracias a la instalación de paneles solares en sus hogares.

El Gobierno le apuesta a lograr la universalización energética en 2025 y a extender el acceso a la red de gas natural a 10,3 millones de familias adicionales a las que ya lo tienen.

La Guajira, con el viento a su favor

No obstante, aún hay brechas profundas. Si observamos el mapa nacional, y de acuerdo con las cifras de Minenergía, encontraremos grandes desequilibrios en el acceso a este derecho. Los departamentos de Vaupés y Vichada cuentan con las menores coberturas (por debajo del 50 %), mientras que Cundinamarca, San Andrés y Providencia, el Eje Cafetero y Bogotá cuentan con coberturas superiores al 99 %.

Las iniciativas adelantadas por el Gobierno para cerrar esta brecha, a corte del 28 de febrero de 2021, se reflejan en:

  • Suministro de energía a 44.560 hogares mediante la operación de 129 proyectos en 23 departamentos.
  • 139 proyectos se están desarrollando para proveer energía limpia a 51.872 nuevos hogares en 25 departamentos.
  • 33 proyectos tienen ya el aval técnico para ponerse en marcha y proveer de energía renovable a 14.942 nuevos usuarios.

Cabe resaltar entre ellas, la campaña La Guajira es la fuerza del sol y del viento que busca catapultar a esta región hacia el desarrollo acelerado de sus comunidades, teniendo en cuenta que es uno de los departamentos con mayor capacidad para la generación de energía solar y eólica.

A finales de este 2021 se espera contar con más de 20 parques nuevos (entre solares y eólicos) en todo el territorio, que alcanzarían una capacidad de 1.000 MW, lo cual significa un 5,5 % de participación en la matriz nacional. Igualmente, se cuenta con proyectos de biomasa, biogás y geotermia que alcanzarán en 2022 los 2.400 MW de capacidad instalada. Gracias a la masificación de soluciones solares individuales, el 2021 se cerrará con más de 70.000 familias que habrán recibido energía eléctrica por primera vez.

Otro de los avances destacables en este campo es el incremento de la venta de vehículos eléctricos. Gracias a la Ley de Movilidad Eléctrica (2019) creció 90 %, lo cual posicionó al país como el líder regional en este mercado.

“De las 53.385 familias que han recibido el servicio de energía por primera vez desde 2018, 17.000 lo han conseguido gracias a la instalación de paneles solares en sus hogares”.

Ministerio de Minas y Energías

El impacto de las subastas

Pero, quizás, una de las estrategias más innovadoras, y que ha destacado a Colombia a nivel global, fue la puesta en marcha de la subasta de energías renovables a largo plazo, a finales de 2019. Según Minenergía, logró un éxito histórico al asignar 1.365 MW, 45 veces más de la capacidad instalada en energía eólica y solar cuando se inició el cuatrienio del presidente Iván Duque. Ello significó una inversión cercana a los 7 billones de pesos y la generación de más de 6.000 empleos.

Esta fue la cereza del pastel para conseguir que Colombia escalara 14 posiciones en el ranking de sostenibilidad energética del Consejo Mundial de Energía (WEC, por su sigla en inglés), de acuerdo con su informe de 2020. Su calificación de 72,3 sobre 100 (se evalúa seguridad, equidad y sostenibilidad de los sistemas energéticos) le permitió llegar al puesto 35, por encima de países como Chile, Uruguay y República Dominicana.

Como resultado de la subasta de 2020, pese a los embates de la pandemia, se aprobaron 33 proyectos por valor de 275 mil millones de pesos, los cuales beneficiarán a 14.942 nuevos usuarios de 12 departamentos.

Ahora todas las miradas están puestas en la tercera versión de la subasta, que se enfocará en propuestas de fuentes no convencionales y se cerrará a finales de este año. Minenergía tiene altas expectativas de participación tanto en generación como en comercialización. Según el registro de la cartera, existen 116 proyectos de generación que cumplen con todos los requisitos y suman una capacidad instalada de 4.272 MW. Con los resultados de este ejercicio y algunas iniciativas particulares, se estima que para 2022 entre el 12 % y el 14 % de la matriz de generación sea renovable.

Otra de las grandes ventajas que ofrecen los sistemas no convencionales es que sus costos se han reducido de manera vertiginosa. “Hace unos 10 años era ilusorio pensar en la masificación de estas energías porque los costos eran astronómicos. Hoy por hoy representan solo el 10 % en comparación con los de las primeras décadas”, explica Juan Sebastián Pfeiffer, CEO de la compañía SEOS Energy, especializada en provisión de energía fotovoltaica a pequeña escala.

“Tenemos el firme propósito de generar 650 MW de energías renovables en alianza con un fondo de inversión que ha creído en Colombia”.

Ricardo Sierra

Presidente de Celsia

Por su parte, Enrique Riquelme, CEO de COX Energy, ve en Colombia el escenario más prometedor para la inversión en la sostenibilidad energética. “Generar energía limpia de fuentes no convencionales resulta hoy en día mucho más barato y Colombia brinda las condiciones ideales”, manifiesta.

¿Y cómo se reflejará esto en la factura de la luz? Las expectativas tanto del Gobierno como de las empresas es que los costos de la factura se reduzcan hasta en un 40 %.

El objetivo regional es que a 2050, el 70 % de la generación de energías de Latinoamérica y el Caribe sea de fuentes renovables. La ambiciosa apuesta de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por su sigla en inglés) es que el mundo entero llegue al 90 % para esa década. En el alcance de esta meta Colombia va, pues, en la punta del lote. Amanecerá y veremos…

*Testimonios tomados del documento Transición energética: un legado para el presente y el futuro de Colombia, presentado por el Ministerio de Minas y Energías en el marco de la Asamblea del BID llevada a cabo en marzo de 2021, en Barranquilla.

COX Energy: ‘el potencial de Colombia es tremendo’

Enrique Riquelme, CEO

La empresa española dirigida por la joven promesa del sector, Enrique Riquelme, empezó a abrirse camino desde 2012 –cuando su CEO apenas contaba con 20 años– y creció de manera tan acelerada que muy pronto extendió sus mercados en Latinoamérica y el Caribe, especialmente en México, en Guatemala, y, más recientemente, en Colombia.

Así logró en tiempo récord cotizar en el mercado bursátil mexicano y convertirse en unas de las empresas de energía solar líderes en la región y en Europa. “Le estamos apostando a que Colombia se convierta en uno de los mercados principales para la compañía. Nos ofrece todas las condiciones para alcanzar ese propósito y estamos convencidos de su tremendo potencial”, expresa Riquelme.

Participarán en la subasta de energías renovables 2021 con una propuesta agresiva que les permita, por encima de todo, ofrecer un servicio óptimo “reduciendo los valores de la factura de la luz hasta en un 30%”. Para ello tienen proyectado invertir en el país unos 400 millones de dólares de aquí a 2024. Eso se traduce en un aporte cercano a los 400 megavatios de energía limpia.

Celsia (Grupo Argos): ‘Las energías renovables son nuestra obsesión’

Ricardo Sierra, presidente

Pese a los estragos de la pandemia, la empresa líder en energía solar y eólica del país logró cumplir las metas financieras para 2020. “Las energías renovables son nuestra obsesión”, afirma su presidente, Ricardo Sierra. Por ello se ha constituido en la primera en llegar a más de 1.200.000 usuarios, entre hogares y empresas, con alternativas verdes, sobre todo en territorios antiguamente destacados por la carencia de servicios eficientes como Buenaventura (Valle del Cauca), Tolima y la costa Caribe.

Durante el año del confinamiento, la compañía adelantó gestiones para que más de 75.000 usuarios del estrato 3 en el Tolima fueran beneficiados con el 15% de subsidio en el consumo de energía. Mientras tanto, en Antioquia pusieron en marcha la Central Hidroeléctrica San Andrés de Cuerquia con 19,9 MW de potencia; en El Espinal (Tolima) y en Carmelo (Valle) instalaron granjas solares que están aportando 9,9 MW y 9,8 MW, respectivamente; e incursionaron en Centroamérica con la puesta en operación de Celsia Solar Comayagua, la primera granja de energía solar del sector cementero en Honduras.

Para mejorar la calidad del servicio, la compañía realizó inversiones en El Tolima por más de $210 mil millones y más de $236 mil millones en el Valle del Cauca. Instalaron 76 techos solares empresariales y 254 para hogares; y continúan con las instalación de granjas solares bajo la alianza con Cubico Sustainable Investments, “un fondo de inversión que ha creído en Colombia y con el cual tenemos el firme propósito de desarrollar más de 650 MW de energía solar”, explica Sierra, quien agrega que sus parques eólicos de La Guajira sumarán 330 MW de capacidad instalada”, explica Sierra.

Para 2021 tienen proyectado llegar a 600 MW con varios proyectos de energía solar, cuyo desarrollo se concentrará en Tolima y en el Valle del Cauca. Así mismo, están avanzando en la construcción de la central térmica El Tesorito, en Córdoba, “que será un complemento ideal para nuestro portafolio renovable. Tiene una ubicación muy conveniente, pues está a boca de pozo, lo cual le confiere unas ventajas operativas importantes”, agrega el directivo,

La fecha prevista de entrada en operación de la etapa 1 es en 2022.

Otro de los campos a los que le apuntan como prioridad es al desarrollo de proyectos multiestrato (incluyendo vivienda VIS) en alianza con empresas constructoras. “Vemos una gran oportunidad de transformación social, gracias a que los sistemas solares son competitivos y realmente están al alcance. Estos proyectos representan más de 700 viviendas”, precisa.

SEOS Energy: “Queremos sembrar la cultura de prosumidores en Colombia”

Juan Sebastián Pfeiffer, CEO

Nadia Pfeiffer, gerente comercial

Con la experiencias que había recopilado en Canadá y Asia, y convencido de que Colombia cuenta con todo para consolidarse como protagonista de la transformación energética, en 2019, el ingeniero mecánico e industrial colombiano Juan Sebastián Pfeiffer decidió regresar al país, aprovechar el nuevo panorama que se abría para el sector con la autogeneración a pequeña escala, y poner en marcha su misión: crear prosumidores energéticos, es decir consumidores que producen su propia energía. Invitó a su hermana mayor, la abogada experta en el sector minero y energético Nadia Pfeiffer, a que se unieran para cumplir este anhelo y así vio la luz SEOS Energy, a finales de 2019.

Su propuesta fue clara desde el principio: ofrecer soluciones de energías renovables basadas en paneles solares con tecnología de última generación para las personas y mipymes y, en paralelo, educar sobre la oportunidad de que no solo seamos autogeneradores de energía limpia, sino también vendedores de excedentes.

“Nuestro país es millonario en todos los recursos naturales renovables: agua, viento, sol. Estamos en la línea del ecuador donde el promedio de radiación solar es un 30% mayor al del resto del mundo. Todo estaba dado para su aprovechamiento”, expresa Juan Pfeiffer.

En paralelo, “el costo de implementar este tipo de energías ha caído exponencialmente en los últimos 10 o 20 años. Por lo tanto, el negocio hoy es financieramente viable”, anota, por su parte, Nadia Pfeiffer. Así, apostaron todos sus esfuerzos a ofrecer esta alternativa, lo que les ha permitido lograr hitos como haberse ganado el primer puesto en el premio de innovación, emprendimiento y servicio de Innpulsa Colombia, a comienzos de 2021.

“Debemos tener claro que resulta más barato producir nuestra propia energía que comprársela a la red eléctrica, e, incluso, podríamos llegar a no tener que volver a pagar la factura de la luz”, agrega el joven empresario colombiano. De allí que su modelo de negocio se concentre en ofrecer instalaciones fotovoltaicas de larga vida (en promedio, 25 años), con todo el soporte posventa y con opciones extraordinarias para su financiación.

“Colombia ofrece condiciones ideales para las energías limpias. Invertiremos más de US$400 millones en una propuesta que busca abaratar la factura de la luz hasta en un 30%”.

De cara a 2024, SEOS Energy espera tener más de 50 MW de capacidad instalada de recursos energéticos distribuidos (DER por su sigla en inglés) desplegados en el sector residencial y de mipymes, lo cual representa una inversión cercana a los US$60 millones. De esta manera buscan hacer realidad la masificación de prosumidores energéticos en estos sectores que concentran el 60% del consumo de energía en el país.