Del especial
Caso Nicolás PetroEl presidente Gustavo Petro, con su hijo Nicolás Petro.
Por: Hassan Nassar
Director Revista Alternativa
Volvimos a 1995 “yo creo que el presidente no se cae y como lo he dicho varias veces, creo también que no se puede quedar” palabras dichas en 1995 por Álvaro Gómez Hurtado en pleno proceso 8.000.
El arsenal probatorio presentado por la Fiscalía fue demoledor, aquí no sirve el espejo retrovisor, aquí no sirven las teorías de la conspiración, aquí no sirve llamar a los medios matriz mediática golpista, aquí no sirven las falacias del entrampamiento, aquí no sirve el cuento de la persecución.
Ayer el gobierno de Gustavo Petro quedó desnudo, el prometido cambio es sólo un lodazal, un fraude a sus electores, una estafa que ya no podrán tapar con retórica y discursos desde el balcón, que sólo unos fanáticos sinvergüenzas y sin línea ética defenderán hasta el final.
Presidente, usted terminará su periodo y así debe ser, respetar la Constitución pero acaba de entrar en el propio limbo de sus contradicciones. Usted que en el pasado disfrutaba pidiendo la renuncia a diestra y siniestra de todo el mundo, y por mucho menos ahora tendrá que vivir el resto de su gobierno escuchando como le piden la suya. Su propio hijo lo bajó del pedestal de esa bandera de la moral.
El Pacto Histórico conservará el gobierno pero perdió toda la legitimidad.
Muchas gracias Nicolás.
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