Por estos días, Tulio Zuloaga anda en la tarea de recomponer el que ha sido su más reciente fracaso, una línea de jabón y champú para hombre con esencias de tabaco y de madera que él mismo utiliza a diario y que busca algún día posicionar en el mercado de cuidado masculino. “Sabía que había un 80 % de posibilidades de estrellarme, pero, aun así, me metí”, cuenta con la naturalidad de quien ya se ha acostumbrado al infortunio. “Es un pequeño fracaso, pero lo resolveré”.
De tropiezo en tropiezo, Tulio Zuloaga se ha convertido en un maestro del emprendimiento, a tal punto que ahora se la pasa dictando conferencias por toda Colombia sobre cómo sobrevivir una y otra vez en el intento por sacar un negocio adelante. A él, sin embargo, le gusta llamarse a sí mismo “maestro de la fracasología”, una ciencia que consiste, según lo dice en cada una de sus charlas, no tanto en buscar el éxito, sino en abrazar el fracaso. “Tenerle miedo a la derrota es lo que te impide vencer. En cambio, tocar fondo te hace libre, porque, cuando estás en el suelo, sabes que del piso no vas a pasar”.
Exiliado del mundo de la música, en el que había incursionado como cantante vallenato; de la televisión, en donde fue actor y presentador; la industria automotriz, dentro de la cual montó un taller de mecánica y una tienda de venta de autos, este barranquillero se encontró de pronto con la idea que lo tiene hoy en la cima del emprendimiento empresarial: la de un certamen que convocara a los comensales de Medellín —donde reside— a probar y calificar, a bajo costo, las mejores hamburguesas artesanales de la ciudad.
“Fíjate tú: yo ni siquiera quería montar un negocio, sino resolverles el problema a un grupo de restaurantes de hamburguesas que estaban a punto de cerrar y que no sabían cómo llamar la atención sobre sus productos”.
Esa convicción de resolver problemas la había aprendido en el universo de la mecánica, cuando se sorprendió montando un taller solo para cubrir las necesidades de cientos de dueños de vehículos Fiat que no tenían cómo conseguir repuestos para sus carros. “No montes un negocio buscando el éxito para ti; busca resolver los problemas de los demás y la plata te lloverá”, es otro de sus lemas, a pesar de que más de una vez se haya quedado sin un peso en el bolsillo por cuenta de sus sueños de emprendedor.
Curiosamente, el miedo a fracasar otra vez aplazó la idea del Burguer Master durante un año. Pero en 2017 se llenó de nuevo de coraje y se empeñó en llevarlo a cabo. La proyección era vender 11.000 hamburguesas en 11 días, pero la primera jornada todos los restaurantes cerraron sus puertas a las cinco de la tarde con la sorpresa de que habían vendido, entre todos, 11.000 hamburguesas.
“Fue increíble. En Medellín se acabó el queso, la lechuga, la carne y todo el mundo empezó a buscar productos en las demás ciudades para poder satisfacer la demanda. Al final, se vendieron más de 100.000 hamburguesas en esa primera edición”.
Pronto, el festival se convirtió en un evento nacional: primero, en cinco ciudades; luego, en 21; y ahora, en 51 municipios, que Tulio visita él mismo durante todo el año para advertirles a los participantes, seleccionados por un grupo de jurados encubiertos, que la idea no es vender muchas hamburguesas, sino venderlas bien, buscando la satisfacción plena del cliente. “Lo mejor es lo que yo llamo el post master, que consiste en que uno va preguntando a cada uno cómo le ha ido con el negocio y se da cuenta de que los restaurantes han aumentado la afluencia de público hasta en un 50 %”. El último certamen vendió 2,9 millones de hamburguesas y generó 67.000 millones de pesos. El éxito del festival motivó el nacimiento de otros dos de similares características: el Pizza Master y el Sushi Master, mucho más pequeños, pero de igual repercusión.
Aunque sorprendente, semejante éxito no ha sido una casualidad. Desde hace más de 17 años, cuando nació Tulio Recomienda, Zuloaga ha erigido una reputación en el mundo de la gastronomía basada en la credibilidad, es decir, en el hecho de nunca haber cobrado por recomendar determinado sitio de comidas.
“Habría podido hacerlo, pero lo que yo necesitaba era que me creyeran”, aclara. Tulio Recomienda le dio la oportunidad de escribir en periódicos y de montar programas radiales y de televisión, pero siempre con la condición de no recibir un peso a cambio de la recomendación. Así, cuando nació el Burguer Master, ya tenía un camino construido sobre la sinceridad y la ausencia de un interés diferente del de apoyar a los hamburgueseros artesanales.
Eso sí, su programa Fácil cocina para los que no cocinan, que nació durante la pandemia con la idea de acompañar a los colombianos en la necesidad de mantenerse recluidos en sus hogares, le ha permitido montar otra línea de negocio, el de los patrocinadores que le suministran los productos que él utiliza en sus preparaciones, y el de las empresas que lo invitan a determinados eventos para promover sus productos. Basta mirar las publicaciones de su cuenta en Instagram, donde tiene más de 3,6 millones de seguidores, para darse cuenta del impacto de uno solo de sus videos.
Su más reciente emprendimiento es, cómo no, el de una línea de carne de hamburguesa, una mezcla de pecho, morrillo y lagarto con la que espera competir en un mercado que, gracias a él, se ha desbordado en toda Colombia. “Un negocio, para que sea exitoso, debe cumplir una función social. He visto cómo hamburgueserías que estaban a punto de quebrar tienen hoy tres y hasta cuatro locales, en Medellín, en Bogotá, en Bucaramanga, solo por poner un ejemplo. Esa es mi principal satisfacción”.
