En una serie de desafortunados acontecimientos, Colombia ha visto cómo importantes eventos deportivos se esfumaban de su agenda. Desde los Juegos Panamericanos hasta la Copa América, pasando por el Mundial, la historia se teje con oportunidades perdidas y desafíos superados.
Los Juegos Panamericanos 2027, inicialmente otorgados a Barranquilla, se retiraron recientemente debido a incumplimientos contractuales. La ciudad caribeña, que ya había acogido los juegos en 1971, veía la oportunidad de repetir la gesta, pero la falta de pago y otros incumplimientos llevaron a la decisión de Panam Sports de retirar la sede.
En una narrativa similar de desencuentros, Colombia fue seleccionada como sede del Mundial de 1986 por la FIFA. Sin embargo, la falta de preparación y recursos llevó al entonces presidente Belisario Betancur a declarar que "el Mundial no se hará en Colombia". El evento se trasladó a México, y Argentina, liderada por Diego Armando Maradona, se coronó campeona.
La Copa América 2020, programada para ser coorganizada por Colombia y Argentina, también sufrió contratiempos. La pandemia de COVID-19 y un estallido social en Colombia llevaron a solicitar el aplazamiento del torneo, pero la Conmebol no aceptó. Argentina, luego de la decisión de Colombia, también desistió, dejando a Brasil como la sede final.
Estas desilusiones no solo han marcado la historia reciente del deporte colombiano, sino que también han planteado desafíos significativos. La esperanza y la lucha persisten, pero cada episodio deja una huella en el camino de Colombia hacia la organización de eventos deportivos internacionales de renombre.