La División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano (Dimayor) ha alzado su voz enérgicamente contra los actos de violencia que han permeado el ambiente futbolístico del país, tomando una decisión radical para combatir este fenómeno preocupante.
El comienzo del año 2024 ha sido tumultuoso para los clubes históricos del fútbol profesional colombiano, con equipos como América, Millonarios y Atlético Nacional enfrentando dificultades en sus procesos. Sin embargo, más allá de los resultados deportivos, lo que ha marcado este periodo son las amenazas que han afectado a directivos y entrenadores, generando un clima de malestar entre la afición.
En el caso de Atlético Nacional, el presidente Mauricio Navarro, Esteban Escobar y Benjamín Romero, vicepresidente del club, han sido blanco de amenazas que ponen en peligro sus vidas y las de sus familias. La circulación de números de teléfono en redes sociales, acompañada de mensajes intimidatorios, ha generado una situación de preocupación.
El árbitro colombiano también ha sido objeto de violencia, como se evidenció en la previa del encuentro entre Deportivo Cali y Once Caldas, donde Carlos Ortega, sobrino de un árbitro asesinado en 1989, fue amenazado de muerte por supuestos hinchas locales, “Ortega pita bien, tu familia te espera”. La División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano ha condenado enérgicamente estos actos y ha instado a las autoridades a tomar medidas.
En un comunicado público, la Dimayor y sus 36 clubes afiliados expresaron su repudio ante el hostigamiento violento contra directivos, jugadores y técnicos. Hicieron un llamado a preservar el fútbol como un motivo de alegría y unión, rechazando categóricamente cualquier forma de amenaza contra la vida de quienes están vinculados a la actividad futbolística o sus familias.
Asimismo, solicitaron a las autoridades que se adelanten las investigaciones pertinentes para identificar y tomar acciones legales contra aquellos que promuevan la violencia en el fútbol colombiano. La Dimayor busca así evitar que estas situaciones lamentables escalen a niveles mayores, reafirmando su compromiso con un ambiente deportivo seguro y libre de violencia.