Íngrit Valencia se encontraba en el coliseo de Santiago de Chile, con la mirada fija en el ring, repasando los errores que la llevaron a perder la oportunidad de clasificar a los Juegos Olímpicos de París. A pesar de la frustración y el desánimo, ella mantenía una promesa en mente: volvería a los Olímpicos. Su determinación era palpable, su fe inquebrantable. "No acostumbro a quedarme en el piso cuando me caigo, esa nunca fui yo", afirmó con convicción.
Tras su reciente clasificación en el Campeonato Mundial de Boxeo en Italia, Valencia se convierte en la primera boxeadora colombiana en asegurar su presencia en tres ediciones consecutivas de los Juegos Olímpicos. Su perseverancia y mentalidad resiliente son los pilares sobre los que ha construido su carrera deportiva.
Aunque nuevas generaciones de boxeadoras han surgido, como Angie Valdez, Valeria Arboleda y Jenny Arias, Íngrit Valencia sigue siendo un referente y un modelo a seguir. Para ella, ver a tantas colombianas clasificar a los Olímpicos es un testimonio del crecimiento y la evolución del boxeo femenino en Colombia.
Valencia, quien obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río, considera que su papel como pionera ha sido fundamental en la apertura de oportunidades para las nuevas generaciones de boxeadoras. "Fui la primera en ir a unos Olímpicos y, además, gané medalla. En los últimos años aparecieron más mujeres. ¿Imagínate el orgullo que me da mirar atrás y ver el camino que abrimos para tantas boxeadoras?", reflexiona.
Con su boleto asegurado para París 2024, Íngrit Valencia buscará agregar una segunda medalla olímpica a su impresionante legado, demostrando una vez más su capacidad para superar desafíos y dejar huella en la historia del boxeo colombiano.