La Ley 2101 de 2021 marca un inicio significativo en la regulación laboral de Colombia al establecer una reducción progresiva de la jornada laboral. Según esta normativa, las horas trabajadas por semana deben disminuir de 48 a 42 horas, con ajustes paulatinos para permitir la adaptación de las empresas a esta nueva realidad.
El proceso de ajuste comenzó el año pasado, cuando la jornada se redujo a 47 horas, y continuará este año con un recorte adicional, llevándola a 46 horas a partir del 15 de junio. Esta medida afecta a todas las empresas del país, ya sean del sector privado o estatal.
Para el próximo año se espera otro recorte de dos horas, y en 2026 se completará el ciclo con una jornada laboral de 42 horas por semana. Es importante destacar que las empresas que no cumplan con esta obligación podrían enfrentar consecuencias legales, incluido el despido indirecto del trabajador y el pago de indemnizaciones.
El abogado laboralista Víctor Julio Díaz explica que las empresas que no implementen estos cambios estarán sujetas a investigaciones y sanciones por parte del Ministerio de Trabajo. Además, señala que cualquier solicitud de trabajo que exceda las 43 horas semanales deberá ser compensada como hora extra.
Sin embargo, existen excepciones para ciertos trabajadores, como los de supervisión o dirección, quienes no están sujetos a la regulación de la jornada máxima de trabajo, aunque sí tienen derecho a recargos nocturnos y trabajo en días festivos.
La ley también aborda la distribución de horarios laborales, asegurando un mínimo de cuatro horas y un máximo de nueve horas al día, con al menos un día de descanso semanal garantizado. Además, se eliminan beneficios como el "día de la familia" y las horas destinadas a actividades recreativas para empresas con más de 50 empleados.
El viceministro de Relaciones Laborales e Inspección, Edwin Palma, destaca que esta ley representa una reivindicación importante, aunque tardía, y señala que la productividad no está necesariamente ligada a las horas de trabajo. En este sentido, se espera que la reducción de la jornada laboral contribuya a aumentar la productividad y el bienestar de los trabajadores.