La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha compartido información clave sobre los beneficios de caminar y la duración recomendada para obtener impactos significativos en la salud. Numerosos estudios respaldan los beneficios de esta actividad física en diversos aspectos de la salud:
Salud cardiovascular:
Caminar regularmente reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares al mejorar la circulación sanguínea, regular la presión arterial y disminuir los niveles de colesterol.
Control de peso:
La caminata es eficaz para quemar calorías y contribuir al mantenimiento de un peso saludable, especialmente cuando se combina con una dieta equilibrada.
Mejora de la salud mental:
Caminar está vinculado a la reducción del estrés y la ansiedad, mejorando el estado de ánimo gracias a la liberación de endorfinas durante la actividad física.
Control de diabetes:
Estudios indican que caminar puede ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre, beneficiando a personas con diabetes tipo 2.
Fortalecimiento de huesos y músculos:
La actividad de carga de peso durante la caminata fortalece huesos y músculos, previniendo la pérdida ósea y muscular asociada con el envejecimiento.
Mejora del sueño: La actividad física regular, como caminar, favorece un sueño más reparador, según estudios que muestran mejoras en la calidad del sueño.
Longevidad: La OMS recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada, como caminar, a la semana para contribuir a una mayor longevidad.
La OMS enfatiza la importancia de incorporar la caminata como parte integral de un estilo de vida activo y saludable. Estos beneficios respaldan la necesidad de adoptar una rutina de caminata para mejorar la salud general.