Según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la carga mundial de cáncer está experimentando un aumento alarmante, registrando 20 millones de nuevos casos y 9.7 millones de muertes en el último año reportado, 2022. Esta situación plantea un desafío significativo en términos de salud global, con una proyección de aumento del 77% en los casos de cáncer para 2050.
La falta de financiamiento se ha convertido en un obstáculo crítico en la lucha contra el cáncer, afectando a la mayoría de los países y generando dificultades para la prestación de servicios oncológicos y cuidados paliativos. Esta carencia se agrava aún más por las disparidades notables según el Índice de Desarrollo Humano, evidenciando la inequidad en el acceso a la atención oncológica.
A nivel local, en Colombia, se observa un crecimiento de las barreras de acceso en el último año, especialmente en el ámbito de los medicamentos. La negligencia administrativa de algunas EPS, la escasez y desabastecimiento, así como los trámites burocráticos en el Invima, están dificultando el acceso a tratamientos vitales para los pacientes con cáncer. A pesar de las leyes existentes, como la Ley 1384 de 2010 que prioriza el cáncer en Colombia, las barreras actuales plantean desafíos significativos.
Es imperativo que tanto a nivel global como local se actúe con determinación para superar estas barreras. La traducción de los derechos de los pacientes en acciones tangibles y efectivas es esencial para garantizar el acceso equitativo a la atención del cáncer. La urgencia de inversiones y políticas efectivas se destaca como un llamado crítico en la lucha contra esta enfermedad en constante aumento.