La contienda por las elecciones presidenciales en Estados Unidos ha comenzado con fuerza en el estado de Iowa, donde el expresidente Donald Trump ha emergido como líder en las primarias republicanas, proyectando una "noche tremenda". Según The New York Times, Trump obtuvo el 51,3 % de los votos, superando significativamente a sus competidores.
El exmandatario, enfrentando cuatro inculpaciones penales, destacó sobre sus rivales, con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, obteniendo el segundo lugar con un 21,5 % de los votos, seguido por la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, con un 17,6 %.
Las proyecciones de medios como The New York Times, NBC News y CNN confirman la ventaja de Trump en las asambleas partidistas de Iowa, aunque solo se ha escrutado el 4 % de los votos en las 40 delegaciones del estado. Este resultado es crucial para la imagen del expresidente, ya que Iowa juega un papel significativo en la campaña.
Los simpatizantes de Trump enfrentaron condiciones climáticas extremas, con temperaturas de 20 grados bajo cero, para participar en las asambleas. A pesar de la adversidad climática, el expresidente espera asegurar una tercera nominación consecutiva por el Partido Republicano en los meses venideros.
Ante la aparente ventaja de Trump, DeSantis y Haley han ajustado su estrategia. Haley busca una fuerte contienda en Nueva Hampshire, mientras DeSantis se dirige a Carolina del Sur antes de dirigirse a Nueva Hampshire. Estas decisiones sugieren un cambio en el enfoque de los candidatos en respuesta a la situación en Iowa.
El calendario para la nominación del candidato republicano incluye primarias y caucus, y la elección no es directa, ya que los ciudadanos deciden la composición de la delegación estatal en las convenciones nacionales. La convención republicana se llevará a cabo entre el 15 y el 18 de julio en Milwaukee, Wisconsin.