El escrito argentino Abel Basti visitó Paraguay para verificar la existencia de un búnker subterráneo de un hotel de Asunción donde se habrían sepultado los restos de Adolf Hitler, pero la negativa de los propietarios a un sondeo en el terreno alimentó sus dudas sobre un supuesto "encubrimiento" del paradero de la tumba del Führer.
Basti, autor de diez libros de investigación sobre la supuesta presencia de Hitler y jerarcas nazis en Suramérica tras la Segunda Guerra Mundial, relató a EFE que estuvo en Asunción entre el 28 de julio y el 2 de agosto para recabar testimonios y "pasar un georadar", una tecnología "no intrusiva", por el piso del hotel asunceno Palmas del Sol, para confirmar o descartar la existencia de una cripta, una estructura o un esqueleto.
En un primer contacto con el dueño del hotel, el empresario de ascendencia alemana Martín Bachmann, le dijo que "ahí no hay nada" y sin expresar motivos le negó ofuscado el acceso.
Entonces, el autor envió una carta a la propietaria del inmueble y el terreno, la Ayuda Social Alemana en el Paraguay, que también rechazó su petición aludiendo que el inquilino es el autorizado a permitir el ingreso.
"Esto es un encubrimiento, o sea, no permitir investigar, por más que sea una propiedad privada, es también una un lugar público porque es un hotel", sentenció el investigador que rechazó la "actitud de ocultamiento" del inquilino y los propietarios que le impidieron realizar "un procedimiento tan sencillo" que aporte evidencias tangibles a la teoría.
El argentino ha dedicado tres décadas a recabar evidencias que abonen la tesis de que Hilter no se suicidó en Berlín en 1945, sino que puso en marcha un "plan B" al perder la guerra, que incluyó su huida en un submarino hacia Argentina y que transitó y vivió con identidades falsas también en Brasil y Paraguay.
Una de las primeras pistas que tuvo Basti sobre el paradero de la supuesta cripta fue un testimonio del militar brasileño Fernando Nogueira de Araujo, quien aseguró que asistió en 1973 a una ceremonia fúnebre nazi secreta en Asunción, a un "cierre de la cripta" donde se localiza el hotel, cuando regía la dictadura paraguaya de Alfredo Stroessner (1954-1989), aunque precisó que el Führer habría muerto en 1971.
El sitio quedó como un mausoleo, según la versión de dos paraguayos que describieron al argentino su estructura y cuyos relatos son "concordantes con la primera versión" del brasileño.
No obstante, el escritor destacó que, desde el punto de vista científico, la forma de verificar las historias es a través de un georradar.
"Habrá que estudiarlo legalmente. Hay que ver si al Estado paraguayo (...) el tema le interesa para darle intervención, hasta ahora en este tema, así como el otro relacionado con los nazis, el Estado paraguayo ha brillado por su ausencia", advirtió Basti.
Otro de los que ha investigado el asunto es el periodista paraguayo Andrés Colmán que señaló a EFE que "hay varias pistas que señalan que allí hay una especie de mausoleo nazi", aunque no aseguró que la tumba de Hitler esté en el hotel, donde antes funcionaba una sede del partido nazi y un geriátrico alemán.
"Si acaso fuera verdad que el cuerpo de Hitler está enterrado debajo de un hotel en Paraguay, en el centro de Asunción, eso te cambia la historia", zanjó el periodista que dijo que solo queda "apelar a las instituciones", "seguir denunciando y publicando" para que no siga "la leyenda".