El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha declarado este viernes el "estado de emergencia" por el terremoto de magnitud 7,6 en la escala Richter registrado el día de Año Nuevo en la península de Noto, en el centro del país, y que se ha saldado con 232 muertos hasta el momento.
Las autoridades han indicado que la medida ha sido tomada en el marco de la Ley de Reconstrucción ante Desastres a Gran Escala, según informaciones de la agencia japonesa de noticias Jiji Press.
Las autoridades han elevado recientemente la cifra de muertos, antes situada en 222, al tiempo que han señalado que 22 personas siguen en paradero desconocido desde que se produjo el seísmo, que ha afectado significativamente a la prefectura de Ishikawa.
Se estima que cientos de personas continúan aisladas debido a que las carreteras han sufrido graves daños. Además, las autoridades locales han alertado de que las duras condiciones en los centros de evacuación, donde han obtenido refugio miles de personas, suponen un peligro para salud de los presentes.