El bloqueo de caminos que hace una semana sostienen los afines al expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019), que exigen la renuncia de los magistrados que prorrogaron su mandato, se convirtió en la lucha "al todo o nada" para habilitar la candidatura del jefe oficialista en las presidenciales de 2025.
"Es una disputa al todo o nada" ya que si los magistrados que ampliaron su mandato "logran consolidarse en el cargo" las posibilidades de Morales de ser candidato "van a caer a la mínima expresión", dijo el politólogo Franklin Pareja.
En diciembre pasado, el Constitucional extendió el mandato de los máximos magistrados del país que culminaban sus funciones a principios de enero, debido a que en 2023 no se realizaron los comicios judiciales, bajo el argumento de evitar un "vacío de poder".
A fines del año pasado, el Tribunal Constitucional dictó un fallo en el que señala que la reelección en Bolivia es "una sola vez" seguida o discontinua y que la reelección indefinida "no es un derecho humano".
El dictamen afecta directamente a Evo Morales, quien el año pasado fue declarado por sus seguidores candidato único del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) y que gobernó en 2006-2009, 2010-2014 y 2015-2019.
Los sectores "evistas", que respaldan al exgobernante, cumplieron este domingo siete días de la huelga que se concentraron principalmente en el departamento central de Cochabamba, el eje de las carreteras que conectan el oriente y el occidente del país.
La medida cortó el flujo de mercadería entre ambas regiones, por lo que se comenzó a sentir la escasez de algunos productos, combustibles y alimentos, además que los aeropuertos están llenos de gente que busca un cupo de los "vuelos solidarios" que habilitó la estatal Boliviana de Aviación (BoA).