El Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por el grupo islamista palestino Hamás, declaró este miércoles el “colapso total” del sistema de salud de la Franja por la falta de combustible y los bombardeos de Israel.
Según informaron, las instituciones sanitarias han dejado de funcionar y que los hospitales que quedan abiertos no pueden seguir ofreciendo servicio.
Agregó que actualmente hay “más de 7.000” enfermos y heridos que necesitan de tratamiento urgente, a los que los servicios sanitarios de Gaza no pueden atender.
El Ministerio criticó que “la comunidad internacional no haya cumplido con sus obligaciones” y no haya abordado “de forma seria” sus llamamientos advirtiendo de la saturación del sistema sanitario.
Explicó que por la situación actual en el enclave han tenido que convertir hospitales en refugios y que sus pasillos y salas están llenos de desplazados, lo que dificulta que se ofrezca una atención sanitaria adecuada y expone a los pacientes a infecciones.
Aseguró que no hay ni agua ni higiene suficiente en los centros médicos debido a esta situación y que las epidemias y enfermedades se están expandiendo rápido entre quienes están en los hospitales.
Por su parte, el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) confirmó en un comunicado “el colapso” sanitario en Gaza y remarcó que en un sólo día se acabaron los suministros que tenían para un mes.
Destacó que, de los 35 hospitales que hay en la Franja, 12 han dejado de funcionar y recordó que los centros sanitarios ya estaban trabajando a más del 250 % por encima de su capacidad.
La nota indica que los pacientes son tratados en el suelo y los pasillos, y que los médicos se ven obligados a operar sin anestesia y usando las luces de sus teléfonos móviles.
El Ministerio de la ANP explicó que el colapso del sistema significa que de aquí en adelante ningún herido será tratado por la falta de medicinas y suministros.