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Luis Felipe Henao Luis Felipe Henao Opinión

Guerra en la guerra

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Guerra en la guerra

Por LUIS FELIPE HENAO

Abogado, exministro de Vivienda, Ciudad y Territorio

@LuisFelipeHenao

Un líder demuestra si es bueno o malo cuando se enfrenta a situaciones extremas. En esos momentos el camino más fácil es tomar decisiones que en el corto plazo son muy lucrativas pero en el largo plazo son muy costosas.

Tenemos líderes que se refugian en decisiones populistas, escondiendo sus cargos de conciencia en la algarabía de las encuestas. Hoy vemos dos modelos, uno que empezó señalando que a ningún hogar le faltaría alimentos, que subsidiaría servicios públicos y generaron una contraposición entre economía y salud, estigmatizando a los empresarios, señalando que si alguien muere es culpa de quien toma la decisión de abrir la economía.

Y cómo dice Ana María Ibáñez, exdecana de economía de la Universidad de los Andes, ese es un falso dilema, porque el único fin es salvar vidas, pero ese mundo ideal no existe, hoy un confinamiento universal es inviable porque no salva vidas, por el contrario las pone en peligro.

Hoy nuestros políticos no están observando que se van a destruir más de 4,5 millones de empleos y mucho menos que este será el peor año de crecimiento económico en todo un siglo y les resbala que vamos a hipotecar décadas enteras para poder salir de la crisis. No se les ha pasado por la cabeza que todos los días dejamos en el campo de batalla ciudadanos colombianos que habían vencido en estos 20 años la pobreza y con orgullo decían que eran de clase media y ahora dejan el futuro de sus hijos esparcidos en los alambrados de esta crisis, porque de cada dos colombianos, uno regresará de nuevo a la pobreza.

Los avances en dos décadas de lucha contra la pobreza, no ha sido una bandera lo suficientemente grande, para unir a la Colombia Humana con el Centro Democrático y todos los partidos políticos en un pacto nacional contra el sufrimiento que está causando el virus y esta catástrofe histórica que marcará una generación, semejante retroceso sería una verdadera tragedia. Al comenzar el siglo XXI, la proporción de la población por debajo de la línea de pobreza monetaria equivalía a casi la mitad: 49,7 %, década y media más tarde, esa razón había descendido acerca de uno de cada cuatro ciudadanos: 27 % en 2018. Puesto de otra manera, en apenas 16 años Colombia experimentó el avance social más notorio de toda su historia, como de forma clara lo ha señalado el economista Ricardo Ávila.

No nos jodan más, bajen las armas de la polarización y el ataque al otro, declaren una tregua y trabajen por todas las personas que entraron en una incertidumbre permanente por perder sus puestos de trabajo, para algunos, a decir verdad, es demasiado tarde. Según el presidente de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres), Guillermo Gómez, ya se han cerrado 22.000 restaurantes, mientras los demás no saben qué futuro les espera.

Señores políticos, estamos en guerra y ustedes deben dejar su guerra y mirar cómo incentivan la inversión privada generando certidumbre, dicho en forma clara, si ustedes no dejan de pelear entre ustedes serán corresponsables de liquidar la clase media, hoy el grueso de damnificados sería el equivalente del estrato tres. El estimativo de los Andes dice que 7,3 millones de personas –unos dos millones de familias– que en 2019 se encontraban dentro del grupo de los vulnerables o de la clase media, pasarían a engrosar las filas de los pobres.