El matrimonio infantil y las uniones tempranas son graves violaciones de los derechos de niñas y adolescentes en Colombia, sucede en las ciudades y las regiones más apartadas, en cualquier tipo de comunidad, a la vista de todos y todas y siendo un asunto ignorado y permitido durante demasiado tiempo.
La ley actual permite el matrimonio desde los 14 años con el consentimiento de los padres, lo que ha llevado a que numerosas menores se unan informalmente a hombres mayores. Sin embargo, esta situación podría cambiar drásticamente si el Senado aprueba el Proyecto de Ley 155/2023C, que busca abolir completamente el matrimonio infantil y las uniones tempranas para personas menores de 18 años, sin excepciones. A pesar de esto, sabemos que al Congreso de Colombia le da miedo legislar sobre los temas verdaderamente importantes. Ángela Anzola del Toro, presidenta ejecutiva de Fundación PLAN habló al respecto. Aquí la entrevista.
¿Es el país consciente del problema que representa el matrimonio infantil, especialmente considerando que la palabra "matrimonio" no debería asociarse con "niños"?
En general, nuestra sociedad tiende a romantizar el tema del matrimonio, pero aquí nos enfrentamos a una realidad alarmante: estamos hablando de niños y niñas menores de edad. Para muchas personas, es sorprendente descubrir que, desde los 14 años, pueden casarse con el permiso de sus cuidadores o padres. Esa es la primera sorpresa. Lo que es aún más grave es que este fenómeno es significativo: hay más de 314,552 niñas y adolescentes entre 10 y 19 años que están casadas, y muchas más que están en uniones informales. No hay una conciencia general sobre lo que esto implica, esto tiene un impacto nocivo en la niñez en Colombia.
Hay un punto clave, no estamos hablando de uniones románticas al estilo de "Romeo y Julieta", donde dos menores se casan . En realidad, estamos hablando de adultos que toman a niñas como esposas
Este fenómeno es tres veces más prevalente entre niñas y adolescentes que entre niños. Además, las parejas suelen tener una diferencia de edad significativa, lo que genera dinámicas de poder desiguales en estas uniones. Las dinámicas de poder son muy marcadas. No se trata de relaciones equitativas. Normalmente, las niñas terminan en una posición de subyugación, asumiendo muchas tareas del hogar sin remuneración. Muchos matrimonios y uniones infantiles se enmarcan en este tipo de relaciones desiguales.
¿Hay suficiente apoyo en este Congreso para avanzar con esta ley que prohíbe el matrimonio infantil?
Confío en que el Senado nos apoye. Hay muchos senadores que comprenden este fenómeno, como el senador Deluque, quien es de La Guajira. Es crucial reconocer que esto sucede en todo el país y que necesitamos un cambio. Cada vez más personas comprenden la gravedad del asunto. Por ejemplo, la senadora Paloma Valencia tuvo una exposición técnica muy clara al respecto, y también lo vimos con María José Pizarro. Es alentador ver que, independientemente de la línea política, hay un consenso en torno a la necesidad de cambiar esta realidad en defensa de las niñas en nuestro país.