Tras los recientes hechos de feminicidio que se han registrado en Bogotá, el distrito ha buscado la forma de reducir estas situacuones de violencia de género y machismo para que no hayan más víctimas de estos atropellos hacia la mujer.
Sin embargo, la Secretaría de Cultura de Bogotá lanzó una polémica propuesta que, al parecer, en vez de ayudar a mejorar las condiciones de vida para las mujeres, y el control de la ira y las emociones para los hombres, ha generado el efecto contrario: el de revictimización y el de estigmatización.
Con la propuesta de Cabina Calma, el distrito buscaba instalar una especie de cabina telefónica para generar “una conversación con los hombres en Bogotá sobre la importancia del manejo de sus emociones”. Esto implica que el hombre que sienta que no sabe manejar sus emociones, entraría a esta cabina a buscar ayuda. Es decir, que sienta que puede ser un potencial agresor.
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Lo más polémico es que esta Cabina pretende ser instalada en el Centro Comercial Santa Fé como un “acto simbólico ante el feminicidio ocurrido allí el pasado 29 de mayo, un hecho en el que una mujer fue víctima de la mayor expresión de violencia machista”. Lo que implica que, cualquier persona que pase por esta zona del centro comercial va a recordar que en este lugar se cometió un feminicidio lo que podría catalogarse como revictimización.
Por otra parte, cualquier hombre que entre a esta cabina, podría sentirse juzgado al buscar ayuda por no saber manejar sus emociones en situaciones que involucren a una mujer.
Minutos después de dar a concer esta iniciativa a través de canales de WhatsApp, la Secretaría de Cultura borró la invitación.
