En medio de la conmemoración de los 33 años de la Constitución política de 1991, el presidente de la Corte Constitucional, José Fernando Reyes, no titubeó al expresar severas críticas hacia la propuesta del Gobierno de Gustavo Petro acerca de convocar a una nueva Asamblea Nacional Constituyente.
El magistrado fue enfático al cuestionar la viabilidad de nuevos proyectos constitucionales cuando, según sus palabras, aún no se ha logrado desarrollar ni hacer cumplir cabalmente el pacto establecido en 1991. "La Constitución no puede ser una masa deforme, gelatinosa y banal, sujeta a cambios arbitrarios; por el contrario, debe ser un texto rígido con ciertas flexibilidades limitadas", declaró Reyes durante su intervención.
Además, el presidente del alto tribunal hizo hincapié en el papel fundamental de la Constitución como guía y punto de equilibrio para el pueblo colombiano. "Colombia ha sido una nación profundamente afectada por la violencia, con días de felicidad escasos. Aunque la firma del acuerdo de paz en 2016 trajo consigo una esperanza, esta parece ahora distante y persisten los llamados de auxilio", afirmó.
La posición crítica de José Fernando Reyes refleja preocupaciones profundas sobre la estabilidad y la continuidad del orden constitucional en el país, especialmente en un contexto de propuestas que podrían alterar la estructura y los principios fundamentales establecidos hace más de tres décadas.