En un episodio de desencuentro político, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, respondió a las declaraciones del recién posesionado alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez. Durante su discurso de posesión, Gutiérrez expresó su preocupación por el trato que el Gobierno nacional ha dado al departamento de Antioquia, instando al presidente Petro a reconsiderar su enfoque.
En una serie de publicaciones en sus redes sociales, el presidente Petro defendió la democracia y la mentalidad progresista. Enfatizó que en una mente democrática no cabe la palabra castigo y que términos como castigo y venganza pertenecen a mentes retrógradas. Esta respuesta se da después de que Gutiérrez pidiera al presidente no castigar a Medellín y Antioquia por representar ideales diferentes.
Durante su discurso de posesión, Federico Gutiérrez instó al presidente Petro a mirar a Antioquia con cariño en lugar de desdén. Criticó la aparente falta de consideración hacia la oposición y pidió al presidente que entendiera que todos los colombianos pueden construir desde la diferencia. Además, Gutiérrez cuestionó las negociaciones de paz que el Gobierno adelanta con diversas estructuras delincuenciales, pidiendo transparencia en los procesos.
Gutiérrez hizo un llamado al presidente a reflexionar sobre su mandato y a redireccionar la estrategia de paz total, sugiriendo una mayor participación de las víctimas en los procesos y una mayor claridad sobre los temas en discusión. También ofreció su disposición para colaborar en la reintegración de jóvenes que abandonen las armas.
Este cruce de palabras entre Petro y Gutiérrez destaca las tensiones políticas y las diferencias ideológicas que persisten en el escenario colombiano, con líderes regionales expresando sus inquietudes y demandas al más alto nivel del Gobierno nacional.