La Personería de Bogotá ha solicitado al Distrito y al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) tomar medidas inmediatas para proteger y restablecer los derechos de dos niñas indígenas Emberá que fueron víctimas de mutilación genital femenina en la capital. Esta práctica no solo pone en riesgo la vida, salud e integridad física de las menores, sino que también vulnera sus derechos sexuales y reproductivos.
Según información proporcionada por la Secretaría Distrital de Salud, las víctimas de esta forma de violencia son una bebé de 23 días de nacida y una niña de 13 años, aunque no se ha precisado el lugar exacto donde ocurrieron los hechos. Ante esta situación, la Personería enfatiza la necesidad de una coordinación entre las instituciones nacionales y distritales para atender las necesidades de la comunidad indígena Emberá residente en Bogotá, especialmente de los niños, niñas y adolescentes, con el objetivo de garantizar sus derechos fundamentales y su protección integral, dado su estatus de sujetos de especial protección constitucional.
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Andrés Castro Franco, personero de Bogotá, afirma que es imprescindible concertar con los líderes de la comunidad indígena para eliminar este tipo de prácticas que afectan los derechos humanos de las niñas y las mujeres. Además, destaca la importancia de continuar brindando a la comunidad Emberá acceso a todos los servicios de salud en las diferentes especialidades.
El Ministerio Público Distrital también ha recordado la necesidad de priorizar la activación de las rutas de atención para esta población vulnerable, con el fin de garantizarles condiciones de vida digna y segura frente a la actual crisis humanitaria que enfrentan.
La mutilación genital femenina es una práctica que viola los derechos humanos de las niñas y las mujeres, y puede tener graves consecuencias para su salud física y mental a corto y largo plazo.