La muerte inesperada de la senadora Piedad Córdoba el pasado sábado ha generado fuertes reacciones entre los líderes políticos colombianos, destacando la polarización en torno a la figura de la dirigente del Pacto Histórico.
El enfrentamiento más destacado se produjo entre María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, y su esposo José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán. La pareja, conocida por sus diferencias políticas, expresó posturas opuestas sobre la vida y el legado de Piedad Córdoba.
José Félix Lafaurie, negociador del Gobierno en los diálogos de paz con el ELN, fue uno de los primeros en reaccionar, despidiendo a Córdoba con respeto. Cabal, en cambio, mostró su desacuerdo, destacando las deudas pendientes de la fallecida senadora, incluyendo su relación con las FARC y sus vínculos con líderes como Chávez y Maduro.
El intercambio en redes sociales continuó con Lafaurie defendiendo su posición de respeto y destacando las incertidumbres sobre las acciones de Córdoba. La pareja evidenció así las tensiones políticas presentes en su relación.
Este choque de opiniones también se reflejó en la postura del congresista Jota Pe Hernández, quien calificó a Piedad Córdoba como una "delincuente" que nunca pagó por sus actos, resaltando la controversia en torno a la figura de la senadora fallecida.
