El presidente Gustavo Petro ha lanzado una alarmante denuncia sobre una supuesta ruptura institucional en Colombia, acusando a la Fiscalía General de la Nación y a la Procuraduría de tomar decisiones que afectan directamente a su gobierno. A través de sus redes sociales, Petro hizo un llamado a la movilización social en defensa de la decencia y la institucionalidad del país.
El mandatario expresó su preocupación sobre las decisiones tomadas por la Fiscalía, liderada por Francisco Barbosa, que según él, afectan tanto a su gobierno como al canciller Álvaro Leyva. Petro afirmó que estas acciones constituyen una ruptura institucional sin precedentes, especialmente en el caso de la suspensión del canciller, considerada como la primera en la historia.
En medio de sus declaraciones, el presidente cuestionó la falta de respuesta internacional ante lo que él llama una "ruptura institucional", y señaló las investigaciones realizadas por la Fiscalía a sindicatos y personas cercanas a él, como las de Fecode. Petro sostiene que existe una campaña desesperada por parte de sectores corruptos para desestabilizar su gobierno.
El presidente Petro también comparó las decisiones tomadas en investigaciones de financiación de campañas en otros gobiernos, destacando la aparente discriminación hacia su gobierno por ser progresista. Señaló la diferencia en la calificación de legalidad entre la contribución de un narcotraficante y la de un sindicato de maestros.
El mandatario insistió en que estas decisiones buscan desesperadamente derrocar su gobierno y poner fin a la institucionalidad. Afirmó que la situación ha llegado al máximo desespero, ya que las mafias buscan mantener el control en la fiscalía.
En un tono de advertencia, Gustavo Petro anunció que la Fiscalía pedirá su juicio político, alegando investigaciones inconstitucionales en su contra. Además, acusó estas acciones como una respuesta provocada por la salida inminente del fiscal Barbosa de su cargo.
Finalmente, Petro hizo un llamado a la máxima movilización popular por la decencia y advirtió al mundo sobre lo que él describe como la "toma mafiosa de la fiscalía". Concluyó afirmando que no permitirá la destitución de un presidente progresista de manera legal, destacando su posición como el primero en un siglo.
