La administración de Bogotá, encabezada por el alcalde Carlos Fernando Galán, se encuentra ante una compleja situación financiera en el sistema de transporte público de la ciudad. Al asumir el cargo, Galán heredó un presupuesto para 2024 que contemplaba un aumento de 200 pesos en la tarifa de TransMilenio, elevándola a 3.150 pesos, y unificando el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) al mismo valor.
Este ajuste tarifario se basó en proyecciones de ingresos que la nueva administración está revisando, dado el significativo déficit que enfrenta el sistema. Galán señaló: "El Fondo de Estabilización Tarifaria (FET) muestra un déficit de 3.07 billones de pesos para este año", destacando la gravedad de la situación financiera.
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Un factor crucial que agrava la crisis es la falta de desembolso de fondos prometidos por el Gobierno Nacional. El presupuesto de 2024 incluía una partida de 825 mil millones de pesos destinada al Fondo de Estabilización Tarifaria, que no ha sido entregada. Galán explicó: "Lo que presupuestó la administración anterior no se ha cumplido porque el Gobierno Nacional no nos ha podido dar esos fondos". Esta ausencia de financiamiento crea un hueco financiero significativo, generando un desafío mayor para la actual administración.
Ante esta situación, el alcalde Galán ha iniciado gestiones para buscar soluciones. Se están llevando a cabo reuniones con el ministro de Hacienda y la nueva ministra de Transporte para evaluar alternativas que permitan mantener la operatividad del sistema de transporte público sin impactar negativamente a los usuarios.
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"Nuestro compromiso es garantizar que el sistema de transporte siga funcionando sin afectar el bolsillo de los ciudadanos", precisó Galán. La administración se enfrenta al reto de equilibrar la sostenibilidad financiera del sistema con la necesidad de mantener tarifas accesibles para la población, en un contexto de déficit presupuestario y falta de recursos prometidos por el gobierno central.
