La Contraloría de Colombia está llevando a cabo una investigación para esclarecer las circunstancias en torno al mantenimiento de la unidad contra incendios de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC), específicamente en relación con los fondos asignados por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). La investigación surge a raíz de la denuncia de la congresista Katherine Miranda, quien señaló que la FAC había solicitado recursos desde 2022 para el mantenimiento de la unidad contra incendios y que estos no habían sido asignados a tiempo.
El Contralor Delegado para la Infraestructura, Luis Fernando Mejía, informó que se solicitó a la FAC un informe para aclarar si la institución había solicitado recursos a la UNGRD y si hubo demoras en la asignación de los mismos. La Contraloría busca determinar si estas supuestas demoras afectaron la capacidad de la FAC para utilizar la unidad contra incendios en la actual crisis de incendios forestales que afecta a diversas regiones de Colombia.
La inversión en el mantenimiento de la unidad contra incendios se planteó como una medida para fortalecer la capacidad de respuesta ante emergencias, pero la posible demora en la asignación de recursos ha generado preocupación sobre la eficacia de esta medida en medio de los incendios forestales que azotan al país.
Es importante destacar que la FAC está actualmente apoyando las labores de mitigación del fuego en Bogotá y otros departamentos con helicópteros UH-60 Black Hawk configurados con el sistema Bambi Bucket, que permite realizar descargas de agua y líquido retardante. Sin embargo, la situación del mantenimiento de la unidad contra incendios ha generado cuestionamientos sobre la preparación y planificación ante eventos de esta magnitud.
La Contraloría espera recibir el informe de la FAC para evaluar la situación y determinar si se requieren medidas correctivas para mejorar la capacidad de respuesta en situaciones de emergencia. La investigación también destaca la necesidad de una gestión eficiente de los recursos asignados para el mantenimiento de equipos críticos en el ámbito de la seguridad y la gestión de desastres.