Este 1 de marzo, se conoció la novedad de que en el Concejo de Bogotá se presentó un proyecto que buscaría la autorización para construir una nueva cárcel con espacio para 3 mil personas privadas de la libertad. El cabildante Julián Uscategui, del Centro Democrático, lideró esta iniciativa, resaltando la urgencia de abordar el creciente hacinamiento en las cárceles de la ciudad.
"Bogotá, necesita y merece una 'megacarcel' para sindicados. Actualmente, la ciudad, en los centros de detención transitoria tiene cerca de 1.227 cupos, a pesar de que hay 2.999 personas privadas de la libertad en estos centros, lo que representa un hacinamiento del 144%", afirmó Uscategui.
La falta de cupos en los centros penitenciarios ha exacerbado la crisis, obligando a mantener a los detenidos en estaciones de Policía y centros de detención provisional. Esta situación ha dado lugar a problemas como fugas y conflictos internos. El representante, también señaló que existe una urgencia para la construcción de esta nueva cárcel en la capital del país, debido a que existen "centros como la estación de Policía de Usaquén con hacinamiento superior al 760%", con casi 40 personas privadas de la libertad en cada celda.
La inclusión de este objetivo en el borrador del Plan Distrital de Desarrollo ya ha recibido respaldo en el Concejo, donde se ha radicado un proyecto para impulsar su materialización.
Sin embargo, la propuesta de financiamiento mediante una alianza público-privada ha generado controversia. Múltiples defensores de derechos humanos han señalado las desventajas de ceder la gestión de un centro penitenciario a entidades privadas, planteando interrogantes sobre su efectividad y garantías.