Los ocho conflictos armados que persisten en Colombia han mostrado una intensificación preocupante durante los primeros cinco meses de 2024, según el más reciente informe del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). El recrudecimiento de las acciones armadas y las disputas territoriales entre actores no estatales han generado consecuencias humanitarias de gran magnitud en diversas regiones del país.
La presencia, uso y abandono de artefactos explosivos ha experimentado un aumento alarmante en lo que va del año, indica la entidad. Esta situación ha tenido repercusiones devastadoras tanto en zonas rurales como urbanas, obligando a comunidades enteras a confinarse o desplazarse debido a la amenaza constante. El impacto de esta problemática se extiende más allá de las cifras, afectando los medios de subsistencia, el acceso a servicios esenciales y la educación de niños y niñas en las zonas afectadas.
El CICR ha registrado un total de 194 víctimas de diversos tipos de artefactos explosivos entre enero y mayo de 2024, lo que representa un incremento del 35% en comparación con el mismo período del año anterior. Un dato particularmente preocupante es que el 69% de estas víctimas son civiles, marcando el porcentaje más alto en los últimos seis años. Además, se ha observado una expansión geográfica del fenómeno, con 15 nuevos municipios reportando víctimas este año, lo que indica una propagación de la problemática a nuevas áreas del país.
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Los confinamientos y desplazamientos forzados también han experimentado un aumento significativo. Según cifras oficiales, 31,832 personas se han visto confinadas entre enero y mayo de 2024, lo que representa un incremento del 101% en comparación con el mismo período de 2023. El departamento de Chocó ha sido particularmente afectado, registrando un aumento de cinco a 13 eventos de confinamiento en comparación con el año anterior. En cuanto a los desplazamientos masivos, 26,753 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en lo que va de 2024, un 49% más que en el mismo período del año anterior.
El desplazamiento individual también presenta cifras alarmantes. Entre enero y mayo, 24,437 personas fueron incluidas en el Registro Único de Víctimas por esta causa. Buenaventura se mantiene como la principal ciudad expulsora con 2,645 personas desplazadas, mientras que Bogotá se ha convertido en el principal receptor de población desplazada de manera individual. Es importante destacar que muchas de estas personas se ven obligadas a abandonar sus hogares debido a amenazas de actores armados y, en numerosos casos, nunca regresan a sus lugares de origen.
Las poblaciones étnicas han sido desproporcionadamente afectadas por estas problemáticas. Más del 60% de las personas afectadas por confinamientos y desplazamientos masivos pertenecen a comunidades indígenas y afrodescendientes. Adicionalmente, el fenómeno de la desaparición persiste como una preocupación grave. El CICR documentó 78 casos de desaparición relacionados con los conflictos armados y la violencia entre enero y mayo de 2024, con el 65% de estos casos concentrados en los departamentos de Arauca y Cauca.