El Gobierno de Colombia, en colaboración con la Aerocivil, ha inaugurado la nueva terminal de pasajeros en el aeropuerto El Embrujo, ubicado en la isla de Providencia, la cual fue fuertemente afectada por el huracán Iota en 2020. Esta nueva infraestructura ha sido diseñada para resistir vientos huracanados de categoría 5, con capacidad para servir como refugio para hasta 300 personas, asegurando así el acceso aéreo a la isla en caso de emergencia.
El proyecto se llevó a cabo en dos etapas, la primera de las cuales consistió en la elaboración de estudios y diseños según el plan maestro del aeropuerto. La segunda fase comprendió la ejecución de obras de ampliación de la plataforma y la construcción de la nueva terminal de pasajeros, aumentando así la capacidad del aeropuerto de dos a cinco posiciones de parqueo.
Con esta expansión, la infraestructura podrá atender hasta 144 personas por hora, lo que equivale a entre 50.000 y 90.000 pasajeros al año, beneficiando tanto a los habitantes locales como a los turistas que visitan la isla de Providencia.
La Aerocivil realizó una inversión de $62.155 millones para la construcción de la nueva terminal, que incluye espacios comerciales, oficinas administrativas y áreas destinadas a entidades como la policía y las aerolíneas. Además, se construyeron una subestación eléctrica y una planta de tratamiento de aguas residuales para atender las necesidades presentes y futuras del aeropuerto.
Además de la inauguración de la nueva terminal, el Gobierno anunció la publicación de los prepliegos para la licitación de la Asociación Público-Privada (APP) del Aeropuerto de San Andrés. Este proyecto contempla la construcción de una terminal de pasajeros, edificios para sanidad, depósito de residuos, terminal de carga y otras instalaciones, con una inversión estimada de $1.15 billones y una capacidad para atender a 2.8 millones de pasajeros al año.
La iniciativa también generará cerca de 8.719 empleos directos e indirectos, con prioridad en la vinculación de personas de la región. El contrato de concesión tendrá un plazo de ejecución de hasta treinta años, dividido en etapas de preoperación, operación y mantenimiento, y reversión, con el objetivo de fortalecer la infraestructura aeroportuaria y el desarrollo económico de la región.