El presidente Petro anunció una serie de medidas a corto y mediano plazo para atender la emergencia
La vía Panamericana es el cordón umbilical que mantiene con vida la economía del sur del país, especialmente la de los departamentos de Nariño y Cauca. Uno de sus principales destinos es el puente internacional de Rumichaca, donde se desarrolla el comercio fronterizo con Ecuador.
A pesar de ser una de las vías más importantes del país, varios de sus tramos se han convertido por años en el cuello de botella para el tráfico de camiones que movilizan miles de toneladas de productos. El paso comprendido entre Pasto y el municipio de Chachagüí, un tramo de tan solo ocho kilómetros, es el dolor de cabeza de los camioneros, especialmente en época de invierno cuando la vía se vuelve prácticamente intransitable por los deslizamientos de tierra.
Cada invierno es suficiente para que el gobierno de turno declare una emergencia económica social y el anuncio de soluciones de fondo que en la mayoría de las veces son apenas paños de agua tibia hasta el siguiente llamado de socorro de los habitantes del sur del país.
Un informe preparado con juicio por parte de la Cámara de Comercio de Pasto, bajo el título Afectación económica en el departamento de Nariño, señala que los deslizamientos de tierra, especialmente en el tramo entre Chachagüí y Popayán, tienen una afectación directa en la dinámica comercial del departamento. “Los efectos de los bloqueos por los deslizamientos son casi a un ritmo de 1 por cada 1,3 años (16 meses), lo cual se convierte en una de las principales barreras para el crecimiento y desarrollo de la región”.
Esa misma situación crítica se vive en el Cauca. También sobre la vía Panamericana, los derrumbes de tierra en el sector de Rosas, ha paralizado por completo el comercio. Las lluvias de fin del año pasado y las de comienzos del 2023, han hecho estragos. Las consecuencias: largas filas de camiones a la vera del camino, cargados con productos perecederos que no hay manera de movilizar porque las vías alternas son caminos de herradura que apenas soportan vehículos de carga no superiores a las 10 toneladas.
Desde el pasado 9 de enero la Panamericana está bloqueada. Los anuncios del Gobierno de habilitar vías terciarias y acelerar trabajos en los tramos afectados, apenas alcanzan para soluciones a medias, mientras la situación económica en Nariño es cada vez más preocupante. El costo de la canasta familiar y los combustibles están disparados. Los fletes para mover mercancía por las vías habilitadas son inalcanzables para los campesinos. La salida de alimentos como leche, papa, arveja o frutas está paralizada. Las estaciones de gasolina se están quedando sin combustible.
Por las nubes
El informe de la Cámara de Comercio de Pasto señala que ante esta situación crítica es necesario que el Gobierno nacional declare la emergencia económica, social y ambiental en el departamento de Nariño. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) presentó la variación más alta en el país durante el 2022, especialmente en el sector de alimentos y bebidas no alcohólicas (28,54 %), situación que se ha agravado aún más con el bloqueo de la vía Panamericana ocurrida a comienzos de enero del presente año.
Las mesas técnicas sectoriales que fueron convocadas por la Cámara de Comercio de Pasto, realizaron una radiografía de la situación de cada sector e hicieron recomendaciones puntuales. Igualmente, las directivas de la Cámara presentaron una serie de peticiones al alto gobierno con el fin de atender de la manera más diligente la situación de Nariño. Entre ellas otorgar alivios tributarios a los empresarios, el departamento tiene 55.573 unidades empresariales, de ellas la mitad están dedicadas al comercio y están sufriendo los efectos del bloqueo de la Panamericana.
Los empresarios le han manifestado al Gobierno la conveniencia de la apertura de líneas especiales de créditos con bancos de segundo piso, entre ellos Bancóldex y lograr tasas subsidiadas.
En el sector de los lácteos, el departamento está entre los diez primeros productores de leche en el país. 56 municipios viven hoy de la ganadería y producen más de un millón de litros de leche al día. 55 % de esa producción es adquirida por intermediarios y el 37 % llega a la industria de los lácteos. El bloqueo de la vía Panamericana ha originado serios problemas para el suministro a los proveedores. Las pérdidas económicas de este sector en Nariño ascienden a 5.500 millones de pesos, de acuerdo con los estudios realizados por la Cámara de Comercio.
El sector avícola es otro de los grandes damnificados. Esta industria aporta el 7 % de la producción nacional tanto en huevo como en carne de pollo. Más de 100 mil unidades de huevos se producen al mes y 6,8 toneladas de pollo. Esto permite generar más de seis mil empleos directos, que están seriamente en peligro por la situación que atraviesa hoy el departamento.
Después de Boyacá y Cundinamarca, Pasto es el tercer productor de papa en el país. Al año se producen 570 mil toneladas de este tubérculo. Y la producción más importante del año se da entre los meses de enero y mayo. En este momento no hay cómo sacar la cosecha que está en su etapa de mayor producción.
Otro de los dolores de cabeza que se están afrontando en el departamento es el de los combustibles. En tiempos normales el consumo de ACPM diario es de 160 mil galones día mientras que el de gasolina asciende a 240 mil galones. En este momento hay desabastecimiento, lo cual afecta todos los sectores de la economía nariñense.
De acuerdo con el estudio de la Cámara de Comercio de Pasto, la producción mensual del departamento es en promedio de 1,4 billones de pesos, el frenazo que ha tenido su economía por cuenta de los deslizamientos de la vía Panamericana se puede cuantificar en más de 28.447 millones de pesos. Y las soluciones de fondo que le permitan una estabilidad económica al departamento y a los empresarios, están todavía lejos de una solución de fondo.
“El frenazo que ha tenido su economía por cuenta de los deslizamientos de la vía Panamericana se puede cuantificar en más de 28.447 millones de pesos”
70 mil millones de pesos se invertirán para recuperar la movilidad en la vía Panamericana.
