(EFE) La propuesta la hicieron en el marco del III Foro Mundial de Derechos Humanos, que se celebra desde el lunes 20 de marzo en Buenos Aires, Argentina.
La principal razón de la iniciativa es tener un sistema propio que no funcione a favor de los intereses de Estados Unidos.
Según Samper, quien participó en una conferencia durante la última jornada del evento «Si queremos que los derechos humanos sean respetados, tenemos que cambiar las normas que establece el modelo neoliberal para América Latina. Mientras que exista este modelo no vamos a ser capaces de avanzar»,
El exsecretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), considera que el actual sistema no está funcionando y remarcó que Estados Unidos «no ha firmado el Tratado de San José«, que es, agregó, «como la gran biblia en defensa de los derechos humanos».
«Se reserva el derecho Estados Unidos de exigirnos el cumplimiento de derechos humanos respecto a un tratado que ellos mismos no han firmado», recalcó.
Por su parte el exmandatario ecuatoriano llamó a «reemplazar» el sistema que rige dentro de la OEA, el cual catalogó como «el ministerio de las colonias de Estados Unidos», país al que apuntó por haber respaldado las dictaduras suramericanas del pasado siglo.
«Solo los países latinoamericanos reconocen las competencias de la Corte (Interamericana)», criticó, seguro de que todo está encaminado para que se pueda crear un nuevo sistema latinoamericano de derechos humanos.
Colombia sede del Foro Mundial de Derechos Humanos en 2024
Durante la clausura de la tercera edición, de este evento, se anunció que al Colombia acogerá en 2024 la cuarta edición del Foro Mundial de Derechos Humanos, mientras que Brasil lo hará en 2025 y Marruecos en 2026,
«La próxima versión del foro la vamos a hacer en Colombia, y esperamos que todos ustedes vayan y transmitan que este es el momento del cambio por la vida, con nuestro presidente Gustavo Petro y Francia Márquez», señaló el viceministro de Creatividad de Colombia, Esteban Zabala.
Para el secretario ejecutivo del foro, Pablo Gentilli, la clausura de este jueves no fue para nada un cierre, sino un «inicio».
«El foro lo pensamos como un proceso. Durante estos cuatro días se han abierto relaciones, hemos aprendido de experiencias, de luchas y también de lo que hay mucho en las y los militantes activistas de derechos humanos: algunas dolorosas derrotas», explicó.
