Ambato, Ecuador, se vio sacudida por la noticia de la muerte del futbolista uruguayo Mathías Acuña, hallado sin vida en su habitación de hotel. Según los primeros informes, la causa del fallecimiento del jugador de 32 años se estaría manejando como un posible suicidio.
Acuña había regresado a Ecuador el viernes 3 de enero para integrarse a la pretemporada de Mushuc Runa, club que lo había ratificado tras su destacada participación en la temporada 2024. Durante dicho año, el futbolista jugó un papel clave en la clasificación de su equipo a la fase preliminar de la Copa Sudamericana.
“Se presume un caso de suicidio”, señaló el club Mushuc Runa, sin aportar más detalles sobre el estado de la investigación ni los hallazgos concretos en la escena del deceso.
El jugador uruguayo había llegado al balompié ecuatoriano a principios de 2024 y, tras su buena actuación, fue confirmado para la nueva temporada. A su regreso a Ecuador, Acuña expresó optimismo y declaró que esperaba arrancar los entrenamientos. “El 2024 fue positivo, muy contento por eso. Ahora hay que escribir una nueva historia”.
Una de las situaciones previas a su fallecimiento fue una resolución judicial en Uruguay. A finales de diciembre, la justicia del país le impuso a Acuña el uso de un grillete electrónico mientras se llevaba a cabo una investigación en su contra por presuntos malos tratos físicos y psicológicos hacia su expareja, Lu Rodríguez.
El futbolista, a través de sus redes sociales, explicó la medida, señalando que el uso del dispositivo no implicaba su culpabilidad: “La jueza me explica que (la orden de usar grillete electrónico) lo hacen como medida cautelar, no por ser culpable; en este país las leyes son así: te ponen la tobillera por todo lo que sucedió anteriormente en otros casos y para que ellos tengan un control”.