La decisión de la Dimayor de designar al árbitro tolimense Gallo para la final entre Medellín y Junior generó controversia en las redes sociales. Aunque Gallo ha dirigido anteriormente tanto al Medellín como al Junior, la polémica radica en su historial, ya que estuvo suspendido durante seis meses en 2023 por sancionar un penalti inexistente en un partido entre Nacional y Pereira en 2022.
A pesar de su tiempo de suspensión, Gallo se destacó como árbitro asistente de video (AVAR), participando en la final de la Copa Libertadores 2022 y en el Mundial de Qatar como juez VAR. En el presente año, Gallo solo ha dirigido nueve partidos de la Liga, incluyendo encuentros de cuadrangulares.
La controversia también surge debido a que la designación de Gallo impide que árbitros antioqueños, como Wilmar Roldán, dirijan la final, ya que serían considerados parciales. Asimismo, Andrés Rojas no fue seleccionado para la final de vuelta después de dirigir la ida.
Los aficionados esperan que Gallo desempeñe su labor de manera imparcial y contribuya al buen desarrollo del espectáculo futbolístico en la final.