La producción de la industria manufacturera disminuyó un 8,6% en agosto, marcando su sexto mes consecutivo de retroceso, según informó el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Además, las ventas reales cayeron un 6,4% y la ocupación laboral se redujo en un 2% durante el octavo mes de este año.
De las 39 actividades económicas analizadas, 34 registraron contracciones, mientras que cinco de ellas tuvieron un modesto desempeño positivo. Estas últimas fueron: elaboración de bebidas (3%); fabricación de artículos de viaje (6,6%); coquización y refinación de petróleo (0,8%); fabricación de productos farmacéuticos (0,6%) y fabricación de maquinaria (9,1%).
Entre las actividades que contribuyeron a la disminución se encuentran la fabricación de vehículos (-54,5%); la fabricación de otros tipos de transporte (-33,5%); la fabricación de productos de caucho (-31%) y la fabricación de partes, piezas y accesorios de vehículos (-27,9%).
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En lo que va del año hasta agosto de 2023, la producción real de la industria manufacturera experimentó una contracción del 4,0%, cifra que se mantuvo igual para las ventas reales, sin cambios en el personal ocupado. Al respecto, Anif destacó en un comunicado que la dinámica del empleo en la industria parece responder de manera más rápida a las condiciones económicas.
Si consideramos la producción industrial por territorios, prácticamente todos los departamentos experimentaron una disminución, con la excepción de Boyacá, donde el indicador creció un 4,9% en comparación con 2022. Antioquia lideró las pérdidas con un descenso del 13,6%, seguido por Atlántico y Caldas, ambos con retrocesos del 9,2%.
Andrés Langebaek, director de Estudios Económicos de Grupo Bolívar, explicó que la caída en la producción industrial se debe en gran medida a la débil demanda, que es consecuencia de las elevadas tasas de interés en el país, actualmente situadas en un 13,25%.
“En consecuencia, se acumularon inventarios y se frenó la producción. Los inventarios vienen cayendo lo cual es positivo para que la producción se pueda recuperar”, apuntó Langebeak.
Según el experto, es probable que se siga observando una disminución en la producción durante lo que queda de este año, aunque las caídas podrían ser menos pronunciadas. La recuperación de la producción podría llegar a principios de 2024.
Ante esta perspectiva, Carolina Monzón, gerente de Investigaciones Económicas de Itaú, estima que el Indicador de Seguimiento a la Economía correspondiente a agosto, que se publicará la próxima semana, tiene una mayor probabilidad de registrar una contracción.
Monzón afirmó: “En Itaú esperamos una leve expansión del ISE de 0,3% para agosto, pero se incrementan las posibilidades de que el número quede en terreno negativo”. La experta señaló que, a pesar de la desaceleración económica en el país y el tenso panorama internacional, así como el entorno financiero restrictivo, es poco probable que se reduzcan las tasas de interés por el momento, aunque esto podría suceder en diciembre.
