El insomnio, considerado un trastorno del sueño común, afecta al 40% de la población mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), convirtiéndose en un problema de salud pública. Para abordar este desafío, los expertos ofrecen recomendaciones clave para mejorar el sueño y fomentar una buena salud.
Jaime Carbonell, de Top Doctors, identifica cuatro categorías de trastornos del sueño: dificultades para conciliar el sueño y permanecer dormido, falta de un horario de descanso establecido, obstáculos para permanecer despierto y comportamientos inusuales durante el sueño. Estos trastornos pueden tener diversas causas, como enfermedades físicas o psicológicas.
Los síntomas de los trastornos del sueño pueden incluir agotamiento físico y mental, somnolencia diurna, cambios en el estado de ánimo y dificultades para cumplir con las responsabilidades diarias. Además, hay signos específicos según el tipo de trastorno, como terrores nocturnos, sonambulismo, insomnio y apnea del sueño.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos sugiere algunas recomendaciones para mejorar el sueño, como establecer rutinas de sueño, realizar actividades relajantes antes de acostarse y crear un entorno propicio para dormir. Además, técnicas de relajación como duchas calientes, meditación, música suave y prácticas de respiración, como la técnica 4-2-4, pueden ser beneficiosas.
La respiración lenta y profunda, aplicando la técnica 4-2-4 (inhalar durante cuatro, aguantar durante dos y exhalar durante cuatro), puede ayudar a reducir la activación del locus coeruleus, un grupo de células en el cerebro que mantiene la vigilia.
Aunque estas estrategias pueden ser útiles, se recomienda consultar a un especialista si persisten los problemas para conciliar el sueño y afectan las actividades diarias, con el fin de abordar cualquier malestar de manera temprana y efectiva.