Una serie de acusaciones y confrontaciones públicas entre el presidente Gustavo Petro y un líder subversivo, alias Iván Mordisco, ha generado tensiones políticas en Colombia.
Todo comenzó cuando el presidente Petro llamó a Mordisco "traqueto vestido de revolucionario" tras el rompimiento del cese al fuego entre el Gobierno Nacional y las disidencias. Petro acusó a Mordisco de estar "asesinando al pueblo" y cuestionó su papel como líder revolucionario, comparándolo con Pablo Escobar y desafiando su legado.
En respuesta, desde una cuenta que se atribuye al comandante del autodenominado Estado Mayor Central, Iván Lozada, se lanzó una dura acusación contra el presidente. Lozada acusó a Petro de traicionar al grupo armado y al pueblo que lo apoyó en campaña, señalando que ahora impulsa la guerra y el capitalismo.
Estas acusaciones públicas han exacerbado las tensiones entre el Gobierno y las disidencias, poniendo en entredicho la viabilidad de futuros acuerdos y la estabilidad política en el país. La suspensión del cese al fuego bilateral por parte del presidente Petro ha intensificado el conflicto, reavivando las hostilidades en zonas especialmente afectadas como Nariño, Cauca y Valle del Cauca.
En medio de este ambiente tenso, se espera que las negociaciones y los esfuerzos diplomáticos sean clave para lograr una solución pacífica y duradera al conflicto armado en Colombia.